Pasarela en el entorno del baluarte de Labrit
Pereda Pérez Arquitectos  Ignacio Olite 

Pasarela en el entorno del baluarte de Labrit

Pereda Pérez Arquitectos  Ignacio Olite 


Encintada históricamente por sus baluartes, Pamplona creció a lo largo del siglo XIX mediante dos ensanches que ocuparon parcialmente el espacio surgido de la demolición de algunas de las fortificaciones más importantes de la ciudad. Este crecimiento provocó una ruptura —no mitigada sino acentuada a lo largo del último siglo— entre el caso histórico y la nueva trama del ensanche. En este contexto, la construcción de la pasarela peatonal tendida entre el baluarte de Labrit y el fuerte de San Bartolomé, situados en la zona de transición que conecta a la antigua y la nueva ciudad, responde al atávico anhelo de los urbanistas de Pamplona de dar continuidad al antiguo paseo de ronda que antaño recorría el recinto amurallado más allá de los límites que acotaban los viejos burgos medievales.

Desde el punto de vista urbano, el trazado de la pasarela, al elevarse sobre las murallas, contribuye a resolver el problema de tránsito circulatorio del enclave, atendiendo además a la geometría singular preexistente, definida por los trazados de los lienzos de los baluartes. Apoyándose en ellos, la pasarela adopta una forma quebrada que arranca en su punto superior con el paseo peatonal limítrofe al fuerte de San Bartolomé, para terminar cambiando de dirección en su desembarque, fijado por la posición de los vestuarios del frontón Labrit, que se conservan y ponen en valor. La traza en Y de la pieza, determinada por esta lógica topográfica, se completa por un tramo de escalera que, además de servir de apoyo estructural, permite salvar el desnivel existente (3,70 metros) hasta el acceso inferior de la cuesta de Labrit.

El diseño de la pasarela apuesta por aunar en su traza los requerimientos constructivos y estructurales, despojándose de cualquier aditamento formalista. La expresividad formal se confía así a la propia del empleo de los materiales —acero cortén y madera de ipé—, cuyas texturas y colores dotan a la pieza de una identidad homogénea, casi escultórica, que se relaciona de manera inmediata con el carácter cromático y material del entorno amurallado.


Proyecto

Pasarela peatonal en el entorno del baluarte de Labrit, Pamplona.

Cliente

Ayuntamiento de Pamplona, Área de proyectos estratégicos.

Arquitectos

Carlos Pereda, Óscar Pérez, Ignacio Olite.

Colaboradores

Teresa Gridilla.

Consultores

Pedro Legarreta (arqutecto técnico); Boreas NT (estructura); Inarq (instalaciones).

Contratista

Imca.

Fotos

Pedro Pegenaute.