Cuartel de Conde Duque, Madrid
Carlos de Riaño- Tipo Centro cultural Cultura / Ocio Rehabilitación
- Fecha 2011
- Ciudad Madrid
- País España
- Fotógrafo Miguel de Guzmán
Proyectado en 1717 por Pedro de Ribera para albergar los más de seiscientos hombres y cuatrocientos caballos que formaban entonces las Reales Guardias de Corps, el Cuartel de Conde Duque ha mantenido a lo largo de sus trescientos años de historia la misma estructura, a pesar de los dos grandes incendios que en la segunda mitad del siglo XIX lo dejaron en estado ruinoso.
La segunda vida del Conde Duque —que es uno de los edificios históricos más grandes y desconocidos de Madrid— comenzó en 2004, con la aprobación de un plan director de reforma integral de todo el conjunto, que fue concebido para generar tanto espacios polivalentes como piezas de programa específico (auditorio, teatro, salón de actos).
La intervención ha partido de criterios sencillos y rotundos: mantener el esqueleto, eliminar añadidos anacrónicos y densificar el nuevo programa. La limpieza de todas las preexistencias dio lugar a un catálogo de elementos diversos y de gran expresividad —naves diáfanas de arquerías de ladrillo sobre machones de granito, pilares de fundición y vigas roblonadas, espacios limpios y austeros envueltos en rotundas fábricas de ladrillo—, que quedaron unificados con un solo lenguaje. Así, las fábricas originales, allí donde se encontraron, fueron recuperadas, liberándolas de revocos y pinturas superpuestas de tal modo que se generase un lienzo continuo y homogéneo. Las ampliaciones también se cubrieron de blanco, de manera que, ahora, son los alzados los que explican la historia del edificio.
Los paramentos vistos, incluidos los dinteles y las cornisas, componen, por tanto, el proyecto. El hueco, por su parte, es el elemento que introduce los matices: perfectamente ordenado de acuerdo a un ritmo repetitivo, recupera ahora su proporción dupla original, y se viste de una delgadísima carpintería mixta de acero y madera (véase Arquitectura Viva 145) que, sin resultar agresiva hacia el exterior, ofrece su calidez a los espacios interiores.