Situado en el centro de Madrid, el Ateneo está compuesto por tres edificios: Prado 19, Prado 21 y Santa Catalina 10, que forman un Bien de Interés Cultural (BIC) con categoría de Monumento. Obra de Enrique Fort y Luis de Landecho, con interiores de Arturo Mélida y Alinari, el edificio original de Prado 21, construido en 1884, alberga la biblioteca, el salón de actos, la Cacharrería, la galería de Retratos o el despacho de Manuel Azaña. Las diferentes intervenciones de rehabilitación, restauración y reestructuración puntual buscan eliminar los impactos negativos sufridos por el edificio a lo largo de numerosas reformas durante las últimas décadas, así como la adaptación a la normativa de protección contra incendios, accesibilidad y supresión de barreras arquitectónicas. El proyecto tiene además la finalidad de enfatizar la construcción original y realzar la belleza de estos espacios, sin caer en la mera imitación. Para ello, las nuevas actuaciones comparten una nueva materialidad, la madera de roble, que funciona como un hilo conductor, ofreciendo una clara lectura temporal.

Las diferentes intervenciones están encaminadas a resolver las deficiencias y patologías, en su mayoría causadas por el deficiente estado de la envolvente y por daños estructurales de calado, que además reducen la demanda energética del complejo.

Se recupera la sección original del edificio de Prado 21, que organizaba los principales espacios desde la calle hasta el patio trasero de la fachada neomudéjar, articulando las dos escaleras con sendos lucernarios.

Durante la obra se descubrieron elementos que fueron recuperados y restaurados, así como otros que han sido integrados al formar parte de la identidad del edificio. Cabe destacar la recuperación de las estrellas de cinco puntas del imaginario original del Ateneo que formaron parte de la simbología masónica presente en diferentes decoraciones.

En el Despacho de Azaña se continua la restauración y puesta en valor de la colección pictórica, así como la integración del decorado neoegipcio, traído directamente de la última función de Aida en el Teatro Español. Una capa más de la historia informal del Ateneo que refuerza su naturaleza híbrida y ecléctica.

Foto: Jorge Carrión

Foto: Gutiérrez-de la Fuente