La Red Bull Music Academy (RBMA) es un evento musical de carácter nómada que, desde hace catorce años, se celebra en una ciudad del mundo, acogiendo a los sesenta participantes seleccionados y a otros músicos y productores para intercambiar experiencias musicales. Debido al terremoto de Fukushima, la que debía de haber sido la RBMA de Tokio 2011 tuvo que buscar una nueva ubicación, contándose con menos de cinco meses para desarrollar la nueva propuesta. Madrid tomó el relevo, acogiendo el evento en la Nave de la Música del Matadero. Con estas premisas, el proyecto ha asumido el reto de crear, en condiciones de urgencia, una infraestructura que, aparte de responder a los requerimientos técnicos, fuese capaz de favorecer la relación artística entre los participantes.

Concebido con la lógica de una matrioska, el proyecto se ha desarrollado a partir de cinco criterios. En primer lugar, la respuesta a los plazos y al presupuesto, muy ajustados ambos, por lo que se ha recurrido a soluciones de construcción ligera, buscando el equilibrio entre estandarización y adaptabilidad. En segundo lugar, el respeto escrupuloso a la nave existente, un espacio diáfano de 4.700 metros cuadrados que, al igual que todo el recinto del Matadero, está protegida. En tercer lugar, la atención específica a las cuatro partes del programa: oficinas, estudios para músicos y de grabación, y una zona de conferencias y lounge. En cuarto lugar, las exigencias acústicas, que han determinado la geometría, los materiales y la solución constructiva de la intervención. Finalmente, la condición temporal del proyecto, que se ha concebido para ser desmantelado sin dejar huella en el espacio diáfano de la nave.