Complejo Aragonia en Zaragoza
Rafael Moneo 

Complejo Aragonia en Zaragoza

Rafael Moneo 


Convertirse en el punto de encuentro de un área residencial densamente poblada de Zaragoza, y no mediante una afirmación monumental sino con una arquitectura que habla de la riqueza y diversidad de la vida social, es lo que pretendió el Complejo Aragonia. A la hora de definir la esencia del proyecto, podríamos agrupar sus características principales en una tríada, la de la ‘accesibilidad, diversidad y disponibilidad’. El proyecto es accesible porque convierte el vacío existente en una isla urbana que se abre a todos y en especial a los vecinos de la zona. Es diverso porque aspira a convertirse también en una referencia para cualquier zaragozano, y por eso resulta ser, en último término, también un proyecto que sugiere la idea de disponibilidad.

Con estas premisas, Aragonia no se entiende como una masa monolítica en la que prevalezcan los rasgos del volumen, y sí como un conjunto de piezas que mantienen su identidad y su independencia, si bien comparten metas comunes. En tal conjunto conviven edificios con usos y funciones diversas, algo que está presente en la discontinuidad de las masas que emergen de una base común y que asimismo se refleja en la disparidad de los materiales. La diversidad del programa se hace patente en la volumetría de la que forman parte una torre de oficinas cuadrada y esbelta y un hotel prismático.

La tensión entre estas dos piezas permite anticipar una animada vida urbana. Con todo, en este juego de tensiones no dejan de ser también importantes las torres de vivienda, compuestas cada una de ellas por cuatro prismas que se articulan en torno a un núcleo, y en las que la condición vertical se acentúa por mor de la autonomía de cada uno de los prismas. Su potente volumetría es uno de los episodios clave para definir la arquitectura del proyecto, pero su importancia se debe a la que también tiene el plano horizontal sobre el que se levantan, que funciona como un espacio abierto en el que la vida del edificio se manifiesta en una serie de actividades deportivas.

El resultado es un volumen animado y vivo en el que la base continua que define las plantas bajas da lugar a la aparición de una rica vida social que no pone trabas a la expresión de la diversidad. En todo esto desempeña un papel fundamental la elección de los materiales, en particular la cerámica. No sólo porque se trata de una material local; sobre todo por su capacidad de conferir a los distintos usos la continuidad necesaria a la hora de sugerir que no se está frente a una simple suma de partes, sino ante un conjunto unitario y dotado de carácter...[+]


Cliente Client
Zaragoza Urbana

Arquitecto Architect
Rafael Moneo

Colaboradores Collaborators
Alicia de Otegui (arquitecta responsable de proyecto project architect); Fernando Iznaola, Sumac Cáceres, Pablo López, Brezo Alcoceba, Ángel Huertas, Julie Kaufman (arquitectos colaboradores collaborator architects); David Campo, Goretti Pila, Javier Pac, Sixto Marín (arquitectos de obra architects on site); Alberto Roca Obere (project manager)

Consultores Consultants
Jesús Jiménez Cañas/NB35 (estructura structural engineering); Juan Mazón, María Jesús Marqueta/Ineco 98 (instalaciones mechanical engineering); Rafael Moneo (dirección de obra construction supervision); Fernando Ibarreta Arévalo/TYPSA (dirección de ejecución architect on site)

Contratista Contractor
Dragados (principal) 

Superficie construida Built area
194.0000m²

Fotos Photos
Duccio Malagamba