Situado en la cima de la Loma del Peyé, al noreste de la ciudad, el megacolegio para la Fundación Pies Descalzos se concibió como un proyecto arquitectónico y urbanístico con gran impacto social que fuera capaz de consolidarse como potente motor de cambio para los habitantes de la zona —una de las más deprimidas de Cartagena de Indias— y, por extensión, de toda la región. El edificio debía contribuir a mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos, generando alternativas de desarrollo personal y comunitario, iniciar la transformación de su entorno y convertirse a la vez en un hito urbano, un símbolo del barrio informal donde se asienta con la capacidad de generar apropiación y orgullo en sus habitantes. Entre los principales objetivos estaba también la construcción según estrategias sostenibles para conseguir un edificio que garantizara el confort de los usuarios utilizando la mínima cantidad de recursos.

El diseño se plantea como una secuencia de hexágonos interrelacionados, cada uno definido por un perímetro de dos plantas de altura en torno a un patio central de actividades. En ellos es tan importante el perímetro construido como el espacio vacío interior y la relación con los demás anillos. Esta organización, sencilla y legible, conduce a un esquema espacial no menos legible. Mientras los contornos hexagonales construyen una circulación perimetral y acogen el programa específico de las aulas del colegio, los patios cubiertos por una pérgola se siembran con diversas especies de árboles y vegetación arbustiva tropical y nativa, favoreciendo la creación de microclimas que permiten caracterizar o sugerir las actividades que se lleven a cabo en cada uno de ellos.

Dispuestos en varias plataformas con el fin de encajarse en la topografía de la parcela, los hexágonos adoptan tamaños diferentes para dar respuesta a las necesidades específicas de las distintas partes del programa. Así, el hexágono menor alberga las aulas de preescolar, y en los mayores se disponen los espacios de primaria y secundaria conectados entre sí por una rampa que se desarrolla en torno al patio de mayor tamaño, al que corona una colosal chimenea que hace las veces de umbráculo.

El edificio está construido con una estructura combinada de muros de mampostería reforzada y muros de hormigón que se proyectan hacia los voladizos en todo el perímetro. El volumen troncopiramidal que conforma la cubierta sobre el patio principal, por su parte, está resuelto mediante una estructura metálica triangulada, en la cual está apoyado el entramado de madera...[+]