Los objetivos que han definido el proyecto de este colegio situado en la Loma del Peye, en Cartagena de Indias, son tres: favorecer, por su programa, la inclusión social en el barrio donde se ubica —un asentamiento de viviendas informales—; generar, a través de su forma, una imagen emblemática que produzca un sentimiento de identificación, si no de orgullo, entre los habitantes; y asegurar el mantenimiento del edificio mediante el uso de materiales comunes y estrategias sostenibles.

Partiendo de estas premisas, el diseño del edificio se plantea como una secuencia de hexágonos interrelacionados entre sí, que adoptan la misma organización: una crujía de dos plantas de altura dispuesta en torno a un patio central. Esta organización, sencilla y legible, conduce a un esquema espacial no menos legible en el que las aulas quedan flanqueadas por una circulación perimetral y por el patio plantado con especies autóctonas para favorecer la creación de microclimas. Dispuestos en varias plataformas para encajarse en la topografía de la parcela, los hexágonos adoptan tamaños diferentes para dar cuenta de las distintas partes del programa. Así, mientras que el hexágono menor alberga la zona de preescolar; en los mayores se sitúan los espacios de primaria y secundarias, conectados por una rampa que caracolea en torno al patio más grande, al que corona una gran chimenea que hace las veces de umbráculo.[+]