El proyecto parte de la división del programa en dos volúmenes diferenciados: uno de planta baja más dos, en el que se ubican las aulas, administración, despachos, biblioteca, comedor y cocina, y otro de una sola planta que alberga gimnasio y vestidores.

El volumen principal es de planta rectangular, de 79,90 x 19,15m y se sitúa buscando orientar a sur las aulas infantiles y, a su vez, alinearse con la calle principal. La entrada, en el punto medio del solar, minimiza el movimiento de tierras, y un vestíbulo central permite una ágil distribución. El gimnasio, al norte del solar, se une al edificio principal por un porche.

El planteamiento del proyecto minimiza la repercusión económica de las fachadas, y su organización racional permite estandarizar y prefabricar todos los elementos, tanto estructurales como constructivos. La estructura portante es de hormigón prefabricado, igual que los cerramientos, y la fenestración se diseña para optimizar la orientación y la ventilación de las aulas. La calidad de los cerramientos no hacía necesario un tratamiento final en obra, pero se añadió color en algunas partes del edificio coincidiendo con el color del interior. Esta decisión, más la gráfica sobreimpresa en las fachadas, caracterizan de una manera específica un edificio que, por respeto tipológico, se pretendía lo más genérico posible.