La vivienda 1+1=1 se plantea como un bien compartido por dos familias a las que une un estrecho lazo de amistad, alejándose por tanto de las convenciones sociales para las que el vínculo sentimental es el único modelo posible de compromiso hipotecario. La propuesta debe por tanto alojar dos viviendas susceptibles de ser transformadas, a través de unas pocas modificaciones en la planta, en una única casa unifamiliar para su posible venta posterior. Hasta que esto ocurra, las dos unidades familiares comparten los gastos y los servicios comunes de una vivienda que difícilmente podrían permitirse de manera individual. Igualmente, las restricciones económicas han hecho que la construcción se resolviera con pocos gestos, los mínimos para anclar la construcción al paisaje.
El solar está situado en Los Peñascales, una urbanización entre dos pequeños municipios de la sierra norte de Madrid, a media ladera en un terreno orientado al Sur y con buenas vistas del Monte de El Pardo y del perfil ya lejano de la ciudad. En la parcela no existían árboles, únicamente arbustos y pequeña vegetación autóctona; destacaban, sin embargo, dos grandes rocas de granito preexistentes, que por ser tan características de la zona se incorporaron como un elemento más de la casa.
La vivienda se organiza en tres niveles. El primero, semienterrado, resuelve el encuentro con la pendiente y genera un lugar en sombra donde dejar los vehículos. El segundo constituye un espacio continuo y abierto completamente al paisaje a través de su cerramiento de vidrio. El tercer nivel, finalmente, alberga los dormitorios, prolongándose para generar dos porches en la planta inferior y un voladizo que permite la entrada de los rayos de sol en invierno y protege de su impacto durante los calurosos meses de verano.
El mobiliario trata de aglutinar el mayor número de elementos individuales siguiendo una idea de contención que afecta a la percepción del espacio y de la escala. Así, en planta baja se agrupan la cocina, el cuarto de almacenaje, la estantería, un lugar para sentarse y el cortavientos de entrada para formar un único objeto que resuelve todas estas funciones, y que se integra en el espacio con naturalidad. De forma semejante, en la planta primera todos los armarios se concentran a lo largo de la fachada sur, en una banda de 1,3 metros de altura que también actúa como colchón térmico. Este mueble define, al mismo tiempo, la ventana longitudinal que recorre toda la fachada, y que pretende incorporar el horizonte al interior de la casa.
Cliente Client
Guirao-Carnicero
Arquitecto Architect
Iñaqui Carnicero
Colaboradores Collaborators
Lorena del Río; Manuel Iglesias (aparejador quantity surveyor)
Contratista Contractor
Antón Iakobiny Pitch
Fotos Photos
Roland Halbe, Iñaqui Carnicero