Escondida entre la frondosa vegetación de la urbanización La Moraleja, esta vivienda protege la intimidad familiar tras un revestimiento de paneles prefabricados de hormigón blanco. El salón, la zona de tertulia, el comedor, la cocina y los dormitorios ocupan la planta principal, mientras el garaje, la zona de servicio y unos vestuarios para la piscina se habilitan en el sótano, que aprovecha el desnivel del terreno para iluminar las estancias. Además del revestimiento mullido, en esta casa Fisac aplica uno de los experimentos que había ensayado poco antes en la construcción de su propio estudio: el empleo de perfiles de neopreno para fijar los vidrios al muro sin necesidad de carpinterías.

«Éste fue un encargo que acepté porque el dueño —un ingeniero de caminos al que conocía—me dio carta blanca para hacer lo que quisiera. Entonces volví a emplear los encofrados flexibles con hormigón blanco y puse a prueba otro tema que me interesaba bastante: separar en la ventana la iluminación de la ventilación, dos funciones que no tienen por qué resolverse con el mismo elemento. Los vidrios fijos se sujetan mediante galces de neopreno, y la habitación se ventila a través de unos batientes de listones de cedro, la misma madera con la que se revistieron al exterior los testeros de la casa.»... [+]