En el número 25 de la calle Guisando se levantan estas cuatro casas proyectadas por el estudio madrileño dirigido por José María de Lapuerta y Paloma Campo. El diseño parte de la premisa de atender las demandas de cada vecino, respetando la intimidad y la topografía del terreno. La construcción se realiza sobre una parcela irregular con 8 metros de desnivel en el eje norte-sur. De esta manera, cada vivienda se abre a su jardín mientras se cierra al norte con fachadas ciegas. Para aportar unidad al conjunto, se emplean soluciones arquitectónicas comunes como la cerámica de las fachadas y de las cubiertas inclinadas.