El proyecto es el resultado de un concurso abierto convocado por el Ayuntamiento de Madrid en 2007, con el fin de intervenir en la nave 16 para convertirla en un nuevo espacio multifuncional dedicado a la exposición de arte contemporáneo y otras funciones. Las bases requerían una total flexibilidad de uso, de modo que, dependiendo de las necesidades de cada momento, el espacio pudiera ser utilizado como una sala de conciertos, de conferencias, de exposiciones o bien como pasarela de moda. De ahí que se pidiese un sistema móvil, a partir del cual pudiese transformarse el espacio de acuerdo con el programa requerido.

La respuesta a estos requerimientos consistió en una intervención basada en un único material y una sola idea estructural, con la utilización de un sistema de puertas pivotantes de acero situadas en dos niveles que, mediante sencillos mecanismos, permiten satisfacer las diferentes necesidades funcionales. La batería de puertas delimita un espacio rectangular independiente del resto de la nave, un vacío neutro que puede usarse para albergar exposiciones y proyecciones. Si, por el contrario, se abren las puertas, esta zona central puede conectarse con el resto del espacio, dando lugar a un ámbito flexible cuya atmósfera se define por la textura de los muros de ladrillo del edificio histórico, que se recuperan y ponen en valor. Las nuevas puertas y ventanas son de acero y también están dotadas de un mecanismo batiente. Además, las contraventanas pueden cerrarse para oscurecer el espacio y aislarlo del exterior, posibilitando de este modo la organización de conciertos y performances. Por su parte, el contraste cromático entre la nueva intervención metálica y los muros originales de ladrillo genera una cierta y elegante estética industrial, apta para acompañar eventos de carácter público.


Iñaqui Carnicero, Ignacio Vila y Alejandro Virseda (arquitectos asociados); Mecanismo (estructuras); JG Instalaciones (instalaciones); Manuel Iglesias (aparejador); Roland Halbe, Iñaqui Carnicero.