El proyecto desarrolla un programa residencial de viviendas de protección oficial, de diversos tipos y superficies, en un edificio longitudinal de cuatro plantas, escalonado en tres tramos para adaptarse a la pendiente del emplazamiento. Su situación —en el límite sur entre la ciudad construida y el territorio— y su acusada dimensión longitudinal configuran una pieza de borde urbano que responde de manera distinta a las evidentes diferencias en las condiciones del entorno. Las fachadas del edificio apoyan la idea de contraste entre el exterior cerrado y masivo, orientado hacia el norte, y el interior, quebrado y abierto hacia el sur y las vistas. Las unidades de vivienda participan de esta doble orientación, con los dormitorios hacia la calle, al norte, y las estancias de día, estares y cocinas, hacia el espacio interior ajardinado, al sur. La banda de servicios ocupa una posición central que permite la doble circulación a su alrededor, así como la ampliación de visuales en el interior de la vivienda, aportando una mayor sensación de amplitud para su reducida superficie.

Exteriormente, el edificio presenta una configuración cerrada, opaca, buscando una adecuada y silenciosa integración en el entorno inmediato —un conjunto de viviendas sociales de los años sesenta—. Las fachadas exteriores siguen las alineaciones y se configuran a partir de la elaboración del hueco y su repetición seriada en la masa de ladrillo blanco, que protege del viento y el ruido. Un zócalo de paneles prefabricados de hormigón resuelve en la planta baja el encuentro del edificio con la pendiente inclinada de la acera y se prolonga a través de los porches de acceso al interior.

En los puntos donde el edificio se recorta en altura para adaptarse a la pendiente, y en el final del bloque, se sitúan los porches o zaguanes de acceso, que comunican la vía pública con el espacio interior ajardinado, que contiene los accesos a las viviendas. Las diferencias de cotas, tanto en los accesos como en el patio interior, dada la pendiente del solar, se resuelven mediante planos inclinados de suave pendiente y rampas de acceso a los portales.

En su fachada sur, el edificio se caracteriza por una serie de paños quebrados definidos por una poligonal. Una estructura vista de losas y pantallas de hormigón configura un espacio intermedio de relación de las viviendas con el exterior, delante de las estancias de día. Los cerramientos de estos espacios y de los portales, cuyos volúmenes en planta baja señalan los accesos, se caracterizan por su acabado en monocapa pétreo negro. Las distintas directrices de la fachada y las posiciones variables de los paneles correderos de lamas de aluminio, en función de su posible uso frente a la cocina o al estar, dotan a la fachada de movimiento y un aspecto cambiante a lo largo del día... [+]