En el límite sur de la ciudad, entre una nueva área residencial y la autovía de circunvalación Z-40, el proyecto nace como respuesta a las condiciones del lugar. La parcela contaba inicialmente con una superficie de 60.000 m² para todos los ciclos formativos, con un desnivel de casi 20 metros, descendiendo hacia la única calle de acceso, en el lado norte.

La idea de construir un lugar de encuentro y relación, capturando una parte del entorno para generar un espacio adaptado a las capacidades del niño, procede del modelo de piazza central desarrollado en las escuelas municipales italianas de Reggio Emilia, en torno a la que se articulan los distintos ámbitos.

La necesidad de un recorrido cubierto en rampa desde el patio hasta el comedor se transforma en la oportunidad para completar el perímetro del recinto del patio en su lado norte, al proporcionar un argumento funcional para hacer necesaria la operación dentro de las rigurosas condiciones prácticas y económicas. El proyecto se organiza en una planta y se caracteriza por su horizontalidad y por la importancia y la extensión del techo, que configura un amplio porche continuo hacia el patio, sustentado estructuralmente a tracción mediante pletinas en voladizo en la parte superior. La cubierta, imagen principal del centro desde las viviendas, se eleva —siguiendo también una directriz curva— en sus extremos oeste y este, coincidiendo respectivamente con la mayor altura que requieren la sala polivalente y el comedor.

La organización interior tiene en cuenta la distinta percepción espacial de los niños y de sus educadores. Los espacios de circulación, de trazado curvo, se conectan visualmente con las estancias infantiles mediante ventanas circulares a diferentes alturas. En el exterior, el uso de diferentes colores y texturas (soleras coloreadas, caucho, césped y arbolado) permite crear espacios de juego sugerentes y variados.

La escuela sigue los criterios de sostenibilidad presentes en el diseño del nuevo barrio —denominado Ecociudad Valdespartera—. Así, la orientación de los espacios docentes garantiza un óptimo soleamiento y también la intimidad; el sistema de lamas verticales orientables frente a las aulas permite tanto la protección solar como el total oscurecimiento, el amplio alero en voladizo hacia el patio permite una circulación exterior cubierta, al tiempo que protege las aulas del sol de verano, y el acabado de la cubierta minimiza su impacto visual. La construcción mediante estructuras metálicas y sistemas de junta seca disminuyen el tiempo de ejecución de la obra y la generación de residuos, y la climatización por suelo radiante y el resto de las instalaciones atienden a criterios de eficiencia energética.