Opinión 

Perímetro pentagonal

Opinión 

Perímetro pentagonal

Luis Fernández-Galiano 
01/11/2023


Al aproximarnos a la obra de Fuensanta Nieto y Enrique Sobejano surge la tentación pentagonal de cartografiar el perímetro de su estrategia proyectual con cinco párrafos en secuencia vocálica. El primero se fija en su autobiografía artística, porque muchas de sus arquitecturas son autorretratos que recogen en forma de citas su experiencia de otras obras, y ninguna más evidente que su propia casa en Sant Feliu de Guíxols, donde las referencias que consignan a la casa de Le Corbusier para su madre, la Muuratsalo de Aalto y, sobre todo, la Malaparte de Capri y la de Utzon en Mallorca se amalgaman en una construcción de perfección maniática.

En segundo lugar, la referencia a la música a través del diálogo con el entorno que se manifiesta elocuentemente en el Centro Arvo Pärt en Laulasmaa ilustra bien el empeño de los arquitectos en facilitar encuentros evocadores, donde el rigor esencial de la estructura resistente o el espacio funcional evita los recursos escenográficos para conformar un lugar de fertilización cruzada entre el paisaje natural y el artificio cultural, una hibridación que va más allá de los vacíos de forma pentagonal o el bosque de pilares, que ensayan una traducción material del minimalismo sacro del compositor estonio para expresar su condición orgánica.

Imaginar formas capaces de resumir lo específico de un proyecto o lo singular de un cliente es un tercer elemento característico de su enfoque: una labor que reúne la documentación laboriosa y el registro de lo evidente con la inspiración que alumbra la idea inesperada, y la identidad intuitiva que reflejan obras como la Montblanc Haus en Hamburgo, con esa fachada icónica que combina, en un logo oscuro como la tinta, los trazos de la escritura y el perfil del macizo que da nombre a la firma, es un excelente ejemplo de cómo la invención puede abreviar en un gesto el prolongado proceso de búsqueda de lo que hace diferente cada obra.

Orquestar conceptos contradictorios obliga a dejar atrás la claridad transparente de lo obvio y asumir una cierta ambigüedad interpretativa que linda con el hermetismo, y de esa opacidad oximorónica que es el cuarto rasgo de su trabajo da buena cuenta el Archivo de las Vanguardias en Dresde, porque si en otras obras la combinación de opuestos se encomendaba a la profundidad superficial o a la repetición diferente, el recurso retórico resulta aquí especialmente apropiado, como subrayan los autores, con el contraste entre la gravedad del archivo y la ligereza vanguardista que el edificio expresa con solidez liviana y peso ingrávido.

Uniendo usos, edificios e instituciones en una zona histórica del norte de París, el proyecto actualmente en curso de la Cité du Théâtre muestra bien la ambición de la que cerraría este quinteto de intenciones de Nieto y Sobejano, la urbanidad unitaria donde se manifiesta el pragmatismo constructivo y la inteligencia ciudadana que permiten componer un bodegón teatral cuya suma de piezas existentes y nuevas otorga coherencia a un fragmento metropolitano, reconciliando espacio público y ruina restaurada, construcción y jardín, futuro y memoria, para llegar hasta el último párrafo y la última vocal de este pautado perímetro pentagonal.


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