El tránsito del sistema de elementos académico a una colección de fragmentos arquitectónicos, a través de un dialogo entre la poesía y la tratadística punteado por la pupila del pintor: tal es la propuesta metodológica que formula el artículo de Luis Fernandez-Galiano.
El racimo de textos que forma este diccionario incompleto se propone intentar entender los elementos de la arquitectura —y, por lo tanto, los elementos de la casa— anudando la historia de las cosas con la historia de las ideas. Así, y a través de exploraciones fragmentarias, comenzar a construir la arqueología elemental de lo cotidiano. En esta formulación se escuchan los ecos de viejos proyectos, viejos sueños. Están, qué duda cabe, la historia de las cosas de Kubler y la vida de las formas de su maestro Focillon; están también las estructuras de lo cotidiano de Braudel; esta la historia de la cultura material y el obsesivo proyecto del atlas de la memoria de Aby Warburg; y esta, sobre todo, la concepción de la técnica como metáfora del olvidado Semper…[+]