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Catálogo versus autor. La casa es un territorio tan personal que parece incompatible con el anonimato de la prefabricación; sin embargo, dos empresas francesas se proponen reconciliar vivienda e industria ofreciendo módulos habitables, cuyas múltiples combinaciones logran la deseada diversidad. En el otro extremo se hallan cuatro conjuntos con casas de firma: un capricho ecológico inglés, una colonia de lujo en Estados Unidos, un selecto complejo turístico chileno y una muestra internacional de vivienda en China. Por último, en ese mismo país, un proyecto japonés ensaya la síntesis de serie y autoría.
Sumario
Grégoire Allix
Casas de catálogo
Colonias de autor
Lower Mill Estate, Reino Unido
Casas de Sagaponac, EEUU
Proyecto Ocho al cubo, Chile
Muestra CIPEA, China
La casa en el umbral
Proyecto Tianjin, China
Tema de portada
Casas extremas. Reunidos en cuatro grupos, se presentan doce domicilios radicales. En el capítulo de las formas libres, un refugio sueco a la orilla de un lago, la ampliación de la casa-escultura que inspiró El Dormilón, y una casa tropical que explota al máximo un solar exiguo. Revolucionarias en el uso de los materiales, la casa nipona de cajones metálicos recubiertos de un compuesto aislante, la vivienda navarra camuflada en vidrio junto a un campo de golf, y la cabaña alpina de acabados insólitos. Exhibiendo estructuras audaces, la casa-mirador en la sierra malagueña, el volumen esloveno dislocado, y la apaisada villa francesa. Finalmente, tres cubiertas ‘diferentes’, dos japonesas —una de acusada pendiente, transitable la otra—, y la cinta alabeada de Gerona.
Arquitectura
24H-architecture, Övre Gla
Deaton y Antonopoulos, Denver
Procter y Rihl, Porto Alegre
Atelier Tekuto, Tokio
Vaíllo e Irigaray, Gorraiz
EM2N, Flumserberg
Antón García-Abril, Benahavís
Bevk y Perovic, Ljubljana
Marc Barani, Costa Azul
Hiroshi Sambuichi, Yamaguchi
Tezuka e Ikeda, Tokio
Cloud 9/Enric Ruiz-Geli, Llers
Argumentos y reseñas
Bienal de Venecia. En su 51 edición, la Bienal decana del arte se ha caracterizado por la aparición de la arquitectura como medio de expresión y objeto de reflexión, así como por la creciente presencia de mujeres creadoras.
Arte / Cultura
Liane Lefaivre
Arte arquitectónico
Juan Antonio Ramírez
Mujeres en Venecia
Muestras japonesas. La primera Exposición Universal del siglo xxi, celebrada en Aichi y dedicada a la sabiduría de la naturaleza, ha dado lugar a una exposición en la que se emparejan diez estudios japoneses con diez españoles.Yuko Yokoyama
Aichi, luces y sombras
Senhiko Nakata
Dos imperios del solClásicos revisitados. La monografía más completa sobre Louis Kahn y la publicación de un estudio sobre los libros de Le Corbusier ponen de actualidad a estas dos figuras representantes de sendas generaciones modernas.Historietas de Focho
MVRDV
Autores varios
LibrosÚltimos proyectos
Estrellas americanas.Thom Mayne, Premio Pritzker 2005, inauguró en Los Ángeles la sede del departamento de transportes del estado de California, una mole para ser vista desde la autovía. Por su parte, Frank Gehry ha terminado en el campus del Massachusetts Institute of Technology un conjunto de aulas, laboratorios y oficinas que celebra la creatividad técnica universitaria.
Técnica / Diseño
Morphosis
Neones y acero
Edificio Caltrans, Los Ángeles
Frank Gehry
Ciencia en el caos
MIT Stata Center, Cambridge
Para terminar, las últimas catástrofes naturales —el maremoto asiático o los huracanes norteamericanos— han puesto de relieve la vulnerabilidad del territorio contemporáneo, una construcción extensa y frágil que los arquitectos amojonan con tótems equívocos, del rascacielos propuesto por Calatrava para Chicago al recientemente inaugurado por Nouvel en Barcelona.Productos
Sillas, revestimientos, premios
Resumen en inglés
Casas extremas
Luis Fernández-Galiano
Tótem y catástrofe
Luis Fernández-Galiano
¿Extrema o digital?
Los arquitectos admiran la casa extrema, pero los tecnólogos promueven la casa digital. Si bien se piensa, las que aquí llamamos casas extremas son muy primitivas, porque emplean a fin de cuentas viejos recursos de la arquitectura —la construcción y la geometría, la textura y el color, el espacio y la luz— para llevar hasta el límite un alarde estructural, una innovación tipológica o un descubrimiento estético. En contraste, lo que las empresas tecnológicas denominan hogares digitales son viviendas sumamente convencionales en su morfología o en su aspecto, pero colonizadas por un sinnúmero de aparatos electrónicos conectados entre sí y con la red. La casa extrema exacerba la invención arquitectónica, y aguza la experiencia emocional del entorno, subrayado mediante el despojamiento de lo accesorio; la casa digital, por su parte, rehuye el experimento artístico, y sustituye la percepción de lo próximo por la proliferación de lo virtual, alimentado por el rumor romo de las pantallas planas.
Ante el declive de la demanda de las oficinas, las grandes firmas de electrónica, ordenadores y telecomunicaciones han desplazado su atención al territorio doméstico, y la casa promete convertirse en el gran campo de batalla comercial de los próximos años. Como señala The Economist en un extenso informe sobre ‘The digital home’, se trata de un mercado potencial de alrededor de un billón de euros, y todas las compañías tecnológicas —Microsoft, Intel, Sony, Hewlett-Packard, Apple, Verizon, Comcast, Yahoo! o Cisco— se han precipitado a capturarlo. En los campus empresariales y en las ferias se multiplican las casas de muestra, abigarradas de gadgets y pantallas que proponen el entretenimiento y la automatización como los rasgos esenciales del estilo de vida del hogar digital: desde la televisión y el ordenador hasta la puerta del garaje y la nevera, toda la utillería doméstica se dota de microchips y se conecta sin hilos, haciendo de la casa un escenario electrónico interactivo.
Sin embargo, y como se preocupa de subrayar la misma revista británica, en los viveros de tendencias la casa digital comparte protagonismo con la casa de diseño, casi exactamente opuesta en su contenido o su apariencia. Si buscamos las semillas del futuro en lugares tan propicios como el Silicon Valley californiano, comprobaremos que las casas son, bien «luminosas, lacónicas y vagamente asiáticas, con quizás una fuente zen en una esquina y una zona de yoga en la otra», bien «semejantes a salas de control electrónico, atiborradas de todo tipo de aparatos, ordenadores, routers, antenas, pantallas y mandos». En ocasiones, ambos modelos coexisten, y ‘ella’ ocupa las zonas comunes y el estar, mientras a ‘él’ se le exilia con sus juguetes al ático o al sótano. Pero la gente busca lo sencillo, y en el conflicto entre la casa digital y la casa desnuda, The Economist tiene claro que esta última saldrá victoriosa: Arquitectura Viva se suma a ese pronóstico, o a ese deseo.