Volúmenes, luz, voladizos, terrazas... Las casas de arquitecto se publican en las revistas y salen en los anuncios. Sin embargo, rara vez encuentran comprador. Apenas entre un cinco y un siete por ciento de las 220.000 viviendas unifamiliares construidas cada año en Francia son obra de un arquitecto. El pasado mes de junio, en el contexto de las ‘Jornadas de la vivienda unifamiliar’, se pudieron visitar en París trescientas de esas residencias ‘hechas a medida’.

El resto son de prêt-à-porter (mejor dicho, de prêt-à-habiter). La inmensa mayoría de los ocho millones de casas construidas en Francia desde los años sesenta se han vendido a través de catálogo y han sido entregadas llave en mano por los constructores, para quienes este mercado representa un beneficio neto anual de 15 millones de euros. El retrato robot de este tipo de alojamientos es un contenedor de cinco estancias y 107 metros cuadrados, rematado por una cubierta a dos aguas, decorado con motivos regionalistas —pizarra en el norte, tejas en el sur; piedra o ladrillo en torno a las ventanas; enlucido blanco o revoco rosa—, o clásicos —frontones, columnas y óculos—. Todo ello por un precio medio de 95.280 euros... [+]