La galería James Simon, nombre propio del más importante mecenas del Museo Nacional de Berlín, muerto en 1932, jugará un papel fundamental en el proyecto global de reconstrucción de la Isla de los Museos en la capital alemana. El proyecto dotará al complejo de un nuevo frente público, completando la infraestructura museística existente en el mismo emplazamiento del desaparecido Edificio Packhof de Schinkel. Este nuevo acceso también lo será del inacabado ‘Paseo Arqueológico’, una secuencia de espacios nuevos y antiguos que conectan cuatro de los cinco museos de la Isla. La galería será la primera construcción de nueva planta en la Isla de los Museos desde la conclusión del Museo de Pérgamo hace más de setenta años.

El proyecto recibió financiación en 2006 y su nuevo diseño fue desvelado en junio de 2007. Siguiendo una estrategia topográfica, un alto basamento ocupará la orilla del canal Kupfergraben, situándose al mismo nivel que la planta principal de acceso del contiguo Museo de Pérgamo. Sobre él se elevará una alta columnata, alineada con el ala sur del museo. Gran parte de este espacio porticado permanecerá accesible fuera de las horas de apertura, pasando a formar parte así de los atractivos ámbitos públicos existentes en la Isla. El volumen del nuevo edificio de entrada como tal se situará entre la columnata elevada y una pequeña plaza porticada frente al Neues Museum, dando así un acceso adicional a ambas instituciones desde su planta inferior. Una ancha escalera exterior conducirá a la planta superior de la galería, donde un amplio vestíbulo se orienta al cercano Lustgarden, adoptándolo como generoso motivo dominante. Al oeste del vestíbulo se alojarán un café y la conexión con el Museo de Pérgamo. En la entreplanta se situarán diversos espacios de servicio, tales como el ropero, los aseos y la tienda, mientras que las zonas de exposiciones temporales, el auditorio y las aulas para seminarios ocuparán la planta sótano, que se conectará con el ‘Paseo Arqueológico’.

El lenguaje arquitectónico de la galería James Simon adopta elementos preexistentes en la Isla, en especial de su arquitectura exterior tales como la topografía construida, las columnatas y las escaleras bajo cielo abierto. Es, sin embargo, una propuesta auténticamente contemporánea, que utiliza un lenguaje próximo a la arquitectura clásica sin caer en la imitación. También su materialidad, concretizada en el uso de la piedra reconstituida con agregados de piedra natural, busca fundirse con la paleta policroma de Isla de los Museos, que utiliza la piedra arenisca, la caliza y el revoco.