Salas de exposición en un hangar de 1930, Burdeos
Lanoire & Courrian 

Salas de exposición en un hangar de 1930, Burdeos

Lanoire & Courrian 


Dentro de la estrategia para frenar la dispersión de su periferia, Burdeos ha emprendido un programa de rehabilitación urbana que además de recuperar barrios tradicionales como Saint Jean Belcier, Bordeaux Nord y la Bastide, se propone redefinir la función de los muelles de la orilla izquierda del río Garona, donde se ha desarrollado históricamente la ciudad. El desplazamiento de la actividad portuaria río abajo había desalojado la franja situada frente a la fachada fluvial del XVIII, dejando una serie de hangares, almacenes y talleres vacíos y en estado casi ruinoso. La iniciativa para recuperar esta zona como espacio público ha procurado establecer vínculos entre los muelles y los barrios—colocando por ejemplo un quiosco de música frente al conservatorio o un espacio expositivo frente al Museo de Arte Contemporáneo—y ha permitido además instalar nuevos usos en edificios como el Hangar 14, un artefacto portuario construido en los años treinta que ahora se ha transformado en sala de exposiciones.

De unos 125 metros de largo, el hangar es un prisma tendido de dos plantas que alínea su eje longitudinal con el Garona, y en cuya rehabilitación se ha procurado por un lado respetar al máximo el carácter masivo y seriado del edificio original y por otro fomentar su relación con el río. De esta manera, el frente sur se cierra con un plano transparente que sirve de fondo a las ocho escaleras de incendios que conectan la terraza habilitada en el nivel superior con el paseo fluvial, dotando a este alzado de un dinámico ritmo oblicuo. Como remate de esta sucesión de diagonales de chapa brillante, una caja liviana alberga el vestíbulo de acceso. Con una envolvente opalescente de placas de policarbonato translúcido, esta pieza actúa como una señal luminosa que ayuda a ubicar el centro de exposiciones en el horizonte pétreo de la ciudad. En las fachadas restantes se subraya el orden existente trasdosando los huecos con rejillas metálicas que hablan de la nueva vida del edificio.

Al interior, la retícula de pilares de hormigón se ha dejado intacta en la planta inferior, mientras en la planta alta ha podido ser eliminada tras sustituirse la cubierta original por un sistema de cerchas metálicas que permite salvar el vano entre fachadas sin apoyos intermedios. Para no desvirtuar el carácter industrial del hangar original, se han empleado pavimentos continuos de hormigón acabado al cuarzo, paneles de acero galvanizado y muros de hormigón visto. El color rojo identifica dentro del edificio la inserción de elementos de nueva factura.


Cliente Client

Ayuntamiento de Burdeos

Arquitectos Architects

Christophe Gautié, Veronique Tastet, Jean-Philippe Lanoire, Sophie Courrian

Consultores Consultants

ECCTA (ingeniería engineering); J. P. Lamoreaux (acústica acoustics)

Fotos Photos

Dominique Le Lann