El Centro de Arte Contemporáneo de Ribeira Grande está compuesto por el viejo edificio de una factoría de alcohol y tabaco (dos de las tradicionales fuentes de riqueza de las islas Azores) y una serie de nuevos pabellones que lo completan para albergar un complejo progama compuesto por un centro cultural, un espacio multiusos dedicado a las artes escénicas, laboratorios, estudios y amplias zonas de almacenamiento.

La clave del proyecto está en el diálogo entre lo viejo y lo nuevo; un diálogo que está tan lejos de la imitación literal de lo preexistente como de la exageración de las diferencias entre la fábrica y las piezas recién construidas. Primando la unidad del conjunto frente a la diversidad volumétrica e histórica de los diferentes edificios, se ha optado por una imitación analógica muy tenue, sostenida en la interpretación de los tipos, la abstracción de las formas y la continuidad de los materiales. Así, los viejos y los nuevos pabellones se organizan en torno a pequeños patios de escala humana, donde confluyen los diferentes caminos de acceso; todos los volúmenes adoptan la cubierta inclinada y los paños limpios de ornamentación que caracterizaban a la fábrica; y los materiales empleados tienen que ver tanto con la preexistencia como con la cultura local de las Azores: paramentos de inmaculado revoco blanco y fábricas de mampostería de basalto negro local.