El terremoto que sufrió Lorca en 2011 afectó a un porcentaje muy alto de las edificaciones existentes, muchas de las cuales tuvieron que ser demolidas, especialmente en el barrio de La Viña. Así ocurrió con el Residencial San Mateo, en una de las vías principales de la ciudad. Para su reconstrucción, la comunidad de propietarios convocó un concurso de ideas, cuyas bases establecían que se debía mantener la estructura de la propiedad: seis portales de acceso y doce viviendas por planta —dos por cada portal—, de modo que cada vecino pudiera recuperar la posición que ocupaba dentro del conjunto.

La propuesta ganadora partía de definir el proyecto arquitectónico como un instrumento capaz de lograr el consenso entre todos los propietarios. Para que el proceso de reconstrucción y ocupación de las nuevas viviendas fuera lo menos traumático posible, se ofreció a los vecinos la posibilidad de incorporar, además de sus experiencias vividas anteriormente en el edificio, sus necesidades actuales y también futuras, planteando un esquema flexible que permitiera incluso el diseño de una única vivienda o de dos de menores dimensiones.


La reconstrucción del edificio, demolido por los daños sufridos en el terremoto de 2011, procura que cada uno de los propietarios de las 96 viviendas pueda recuperar la posición que ocupaba dentro del conjunto.

El proceso participativo se desarrolló en cuatro diferentes fases: en primer lugar, se definieron las necesidades individuales mediante la cumplimentación de fichas. Después, tras el análisis y clasificación de la información obtenida, se inició un proceso de diseño de tipos de vivienda configurados según las propuestas individuales de distribución, compatibilizando todos aquellos situados en la misma vertical. A continuación, definidos los modelos, se facilitaron a los propietarios los diferentes tipos disponibles para la vertical de su vivienda, a fin de que seleccionaran la que mejor se adaptase a sus necesidades. Por último, sobre el tipo seleccionado, cada uno de los propietarios introdujo las modificaciones puntuales que consideró necesarias. El resultado final de este proceso participativo queda reflejado en la redacción del proyecto definitivo, que recoge 45 tipos de vivienda diferentes; se consigue de ese modo la aceptación e identificación de los propietarios con el proyecto desarrollado conjuntamente.

El proceso desarrollado, que incorpora la voluntad individual de los propietarios en la ordenación del conjunto, busca reflejarse en la fachada mediante un sistema ordenado de contraventanas, en el que esa voluntad de cada uno de los vecinos modifica la composición general, obteniéndose así una imagen del edificio en permanente cambio y adaptada, según el momento, a las necesidades particulares de cada uno de ellos.


Cliente Client

Comunidad de copropietarios Residencial San Mateo

Arquitecto Architect

MCEA | Arquitectura, Naos 04 Arquitectos

Colaboradores Collaborators

DM Ingeniería (telecomunicaciones telecoms); Sonen (acústica acoustics); Juan Manuel Vázquez Sánchez, ATP Ingenieros (instalaciones mechanical engineering); José Antonio Hernández Cañadas, QL Ingeniería, ALIVA Ingenieros (estructura structure).

MCEA | Arquitectura (dirección de obra project management); Naos 04 Arquitectos, Acrópolis Arquitectura (dirección de ejecución construction management)

Superficie construida Floor area

23.802 m²

Presupuesto Budget

10.850.000 €

Fotos Photos

David Frutos