En una zona de intenso crecimiento urbano, situada al este de Madrid, se ha construido este edificio, que responde con la distribución de sus volúmenes a la configuración del solar, que tiene una pendiente ascendente de norte a sur. Atendiendo a las orientaciones y a la irregularidad del extremo oeste de la parcela se coloca en este lado el área ajardinada y la piscina, construyendo dos bloques que se asientan en los lados norte y sur y se unen por un tercero más pequeño en el este, con lo que el edificio forma una U en torno a un amplio patio de entrada. En el frente sur existe una colina ajardinada de uso público, por lo que las zonas de estar de las viviendas de este lateral se han orientado hacia ella, mientras en el frente norte lo hacen hacia la gran avenida existente y las vistas a la sierra.

Con una altura de seis plantas más ático, impuesta por la normativa, los bloques norte y sur tienen un fondo de edificación de 14,27 metros, y el este uno de 8 metros. En ellos se distribuyen 63 viviendas de superficies diferentes en función del número de dormitorios que contienen.

Para agrupar todo el conjunto hacia el exterior se define un cuerpo único volado de cuatro plantas de altura que recorre como un encintado tres de los frentes de la parcela, y sobre el cual se elevan, retranqueados, los cuerpos de los áticos. El volumen volado se ha construido con prefabricados de hormigón de cuidado despiece, que confieren al edificio una apariencia tersa; en esa superficie se abren ventanas con carpinterías de aluminio que se han concebido como precisas grietas horizontales.

Este tratamiento uniforme y masivo hacia el exterior contrasta con los acabados del patio interior, donde predomina el vidrio y el metal. Así, los núcleos de escaleras se abren con grandes paños de vidrio al espacio de acceso ajardinado, y su iluminación lo transforma de manera escenográfica por la noche. Por otro lado, los paramentos, las carpinterías y las lamas que ocultan los espacios abiertos de los tendederos de las viviendas emplean todos ellos acabados metálicos. Por encima, los volúmenes de los áticos se rematan con planos inclinados y se revisten también de metal para diferenciarlos desde el exterior en la silueta prismática de la envolvente de hormigón.

En cuanto al interior de las viviendas, se ha distribuido el acceso, el estar y el comedor como un espacio continuo fluido y luminoso que permite que la vivienda pueda desarrollar múltiples formas de uso. Se ha tenido un especial cuidado en el diseño depurado de los acabados interiores, incluyendo el mobiliario de los cuartos de baño y cocinas... [+]