En un emplazamiento ubicado entre el Club de Golf del Prat y el parque de Sant Llorenç del Munt i l’Obac se ha levantado un nuevo complejo hotelero de 186 habitaciones con servicios complementarios de restauración, salas de reuniones, salones de convenciones, auditorios, áreas polivalentes y espacios orientados al cuidado de la salud (zona de spa, fitness, etc.). Para evitar el fuerte impacto visual con el entorno natural se ha optado por fragmentar el programa en cuatro edificios prismáticos que, en ningún caso, superan la altura de los árboles de los bosques circundantes.

Dos de los volúmenes albergan las habitaciones —dispuestas longitudinalmente a lo largo de un corredor central en tres plantas sobre rasante—, contando también con una sala de estar a la entrada y varios sótanos para servicios complementarios. Los dormitorios correspondientes a la fachada sur disponen de balcones orientados hacia las vistas del paisaje y cuentan con un sistema de protección solar formado por unas correderas móviles de chapa perforada concebidas a modo de una gran cortina coloreada cuyos tonos se mimetizan con la vegetación autóctona del parque y la naturaleza artificial del campo de golf. Un tercer volumen prismático, de similares características pero de mayor altura, alberga el centro de convenciones. En su interior se disponen diversos auditorios, salas polivalentes y múltiples espacios de reunión alrededor de un gran vestíbulo. También cuenta con una planta baja, abierta completamente al exterior, en la que se encuentra la sala de conferencias.

Entre los tres volúmenes se sitúa un cuarto edificio semienterrado que contiene los espacios comunes y funciona también como núcleo de acceso y distribuidor general de todo el complejo. Un parasol construido con chapas de acero cortén proporciona protección e intimidad a su gran fachada acristalada, a la vez que evoca el paisaje que lo rodea, convirtiéndose así en el principal punto de referencia de la intervención.

Las fachadas de vidrio permiten el máximo aprovechamiento de la luz natural en invierno, mientras que en verano, los sistemas de control solar evitan el calentamiento de las estancias. Además, el sistema freecooling permite la ventilación natural y las placas solares contribuyen a la reducción del consumo de energía. El empleo predominante del hormigón visto combinado con cerramientos de madera de pino y cubiertas ajardinadas proporciona unidad al conjunto y le confiere un carácter sereno, perfectamente integrado en su entorno.