Frontera primero entre las Españas musulmana y cristiana, Teruel fue después un escenario estratégico de la Guerra Civil. En el invierno de 1937-1938 se libró en la ciudad una de las batallas más cruentas de la contienda, que destruyó gran parte del centro histórico pero de la que milagrosamente se salvaron sus torres mudéjares, declaradas patrimonio de la humanidad en 1986. Estos esbeltos minaretes, la monumental escalinata neomudéjar que desde 1920 vincula la estación de tren con el núcleo urbano y otros edificios con los que los arquitectos de Regiones Devastadas reconstruyeron Teruel tras la guerra forman parte de su fachada occidental, sobre la vega del río Turia.

En el 2001 la Diputación General de Aragón convocó un concurso internacional que tenía entre sus objetivos mejorar tanto la imagen urbana del conjunto monumental de Teruel como la conexión entre la estación y el centro de esta ciudad, separados por el desnivel de la muralla histórica. Así mismo se animaba a potenciar como mirador el balcón del Paseo del Óvalo y a dignificar los espacios en el entorno de la escalinata. Ganador en dicha convocatoria, el proyecto llevado a cabo extiende una banda de piedra de dos metros y medio de anchura y ciento veinte de recorrido que, desde la estación y a modo de alfombra, conduce los pasos del transeúnte hasta una enorme cavidad vertical abierta en el muro de contención. A través de ella se accede a dos ascensores —cada uno de ellos con capacidad para trece personas— que permiten remontar los 17 metros de desnivel existente hasta alcanzar el Paseo del Óvalo. La cavidad adopta una forma abocinada que consigue tensar el espacio de acceso, de modo que son su forma y el descubrimiento de la columna de luz proveniente de la parte superior los que guían el recorrido de los peatones. El acero cortén reviste el hueco —previsto en hormigón blanco en el proyecto, y modificado posteriormente—, mientras una combinación de pavés y acero configuran el pabellón que asoma en el paseo. A los pies del muro, una austera plazoleta realza las cualidades escenográficas de la monumental escalinata.

El proyecto aspira a mantener intacta la relevancia de esta escalera neomudejar en el tejido urbano, históricamente el vínculo físico más importante entre la parte baja de la ciudad —donde se ubica la estación de trenes—, y el paseo del Óvalo, en su parte superior. Su escala y presencia monumental crean un puente con el casco histórico que mantiene la continuidad, formal y topográfica, entre las diferentes cotas de la ciudad a través de los espacios y niveles de transición que ofrecen sus grandes dimensiones. La creación de una nueva plaza cívica provee de un marco apropiado a este monumento, intensificando su importancia.

El proyecto dibuja una nueva puerta de entrada a la ciudad. A través de una alfombra de piedra (120 x 2,5 metros), el viajero que abandona la estación de tren atraviesa un entorno arbolado y se adentra en el muro.

La intervención en el Paseo del Óvalo es sobre todo un ejercicio de urbanización que no compromete lo existente. La supresión aquí del estacionamiento de vehículos ha permitido ganar espacio para los peatones, cualificado con nuevo arbolado y mobiliario urbano. La pavimentación se ha unificado con un adoquinado de piedra, y se ha prestado especial atención a la iluminación, dispuesta tanto en las balizas que limitan la zona de rodadura como en la parte interior de los bancos de piedra, en el pretil del muro y en la fachada del paseo.

La forma abocinada del hueco, revestido de acero cortén, acentúa la entrada de luz y guía los pasos hasta los dos ascensores que salvan el desnivel de 17 metros entre los pies del muro y el balcón del Paseo del Óvalo.


Cliente Client

Diputación General de Aragón

Arquitectos Architects

David Chipperfield Architects; Fermín Vázquez - b720 Arquitectos (arquitecto asociado associate architect)

Colaboradores Collaborators

b720 Arquitectos: Fermin Vazquez, Marc Albiol, Crisitina Algás, Albert Arraut, Katrin Baumgarten, Sonia Cruz, Ema Dunner, Iker Gil, Itziar Imaz, Javier Lopez, Eduard Miralles, Agustín Miranda, Takayuki Nakajima, Magdalena Ostornol, Doris Sewczyk, Ana Stackic, Cristian Zanoni

Consultores Consultants

Obiol, Moya y Asociados: Agustín Obiol, Josep Ramon Solé (estructuras structural engineer); Perfil 7: José Felipe Martínez; Gabinete Turolense de Ingeniería Industrial: César Esparza (instalaciones services engineer); Tirwal Técnica: Rafael Calvo, Jose Fandos (aparejador quantity surveyor); José Ma Sanz, Antonio Pérez (restauración restoration consultant); Artec Luminotecnia: Maurici Ginés (iluminación lighting consultant)

Contratistas Contractors

Necso S.A.: J.A.Chapa

Fotos Photos

Hisao Suzuki