Guardería Els Colors, Manlleu
RCR Arquitectes 

Guardería Els Colors, Manlleu

RCR Arquitectes 


Utilizando un juego infantil de piezas de madera se consiguen composiciones variadas, que trasladadas al ámbito de la arquitectura, se corresponden con la disposición de volúmenes y espacios de un edificio en proceso de creación. Cada uno de los colores tiñe una pieza diferente, de manera que es posible seguir identificándolas como autónomas una vez que entran a formar parte del todo. El color es el mejor aliado a la hora de definir y reconocer prismas independientes. Jugando con variaciones cromáticas, pero no sólo con ellas, sino incorporando a su vez la perspectiva del niño y su capacidad para percibir el mundo exterior, se diseñó esta guardería en Manlleu, Barcelona.

Llevando a la práctica las pruebas realizadas con un juego de construcción infantil, la guardería se organiza a base de prismas vítreos de colores, de forma que los límites se diluyen y es el niño quien ha de descubrirlos.

El solar se encuentra al otro lado de la calle que rodea el cementerio, por lo que cuenta con un espacio abierto frente a él. La calle opuesta lleva algo más lejos hasta el río Ter. Entre ambas, la guardería se desarrolla en una retícula ortogonal con ocho prismas rectangulares —dispuestos en dos bandas que tienen en sus primeros volúmenes los espacios comunes y en las siguientes las aulas infantiles— atravesados por una novena pieza alargada que en posición transversal, vincula ambas filas a modo de porche. El espacio para los niños se dispone en una sola altura —la perspectiva de los niños, de abajo arriba, hace ampliar su percepción relativa, lo que se ha tenido en cuenta para el diseño del centro— y sólo la sala de profesores y la dirección se sitúan en una planta superior.

Las aulas se distribuyen a ambos lados de un patio-corredor; en el interior, un mismo esquema dispone los cambiadores de vidrio coloreado a ambos lados del pasillo, y conduce a través de ellos la luz cenital.

Dentro de las innumerables tareas de aprendizaje a las que se enfrentan los alumnos de esta escuela —niños de 0 a 3 años— resulta esencial para su autonomía y seguridad la apreciación del espacio, su capacidad para orientarse y ubicarse. Se ha optado por materializar los límites confiriéndoles un carácter abierto y fluido, con el fin de contribuir a una experiencia que potencie la relación frente al ensimismamiento. El conjunto queda limitado por una valla que diluye su presencia al generarse con elementos metálicos de sección mínima, mientras la zona de juegos —aquí constituida por toda aquella superficie horizontal libre entre prismas susceptible de ser pisada o tocada por los niños— se hace especialmente sólida, al incorporar arena, grava o goma. Las cajas se definen con vidrio de colores para diferenciar cada aula de su contigua. Las puertas intermedias se han realizado con chapa galvanizada, mientras cada uno de los cubículos interiores que alojan de forma integrada baño, cambiador y armario, llegan hasta el techo filtrando al interior la luz cenital a modo de claraboyas.


Cliente Client

Ayuntamiento de Manlleu

Arquitectos Architects

RCR: Rafael Aranda, Carme Pigem, Ramón Vilalta

Colaboradores Collaborators

M. Tàpies (proyecto project); M. Subiràs (dirección de obra construction site supervision); G. Rodríguez (maqueta model); M. Linares, J. Torrents (aparejadores quantity surveyors); M. Braga, F. Spratley (visualización digital images)

Consultores Consultants

Blázquez-Guanter (estructura structural engineering); Grau-Del Pozo (instalaciones mechanical engineering)

Contratista Contractor

Construccions Ferrer, Construccions

Metàl·liques Olot

Fotos Photos

E. Pons