En la ladera de la sierra de Collserola se encuentra la Escuela Sant Gregori, sobre terrazas labradas en la pendiente. Construida en 1972, eran ya necesarios algunos retoques para resolver la inadecuación a las normas actuales en lo que respecta a la accesibilidad, la evacuación y las instalaciones. Por otro lado, al impulsar la reforma se promovió también la construcción de un aparcamiento subterráneo, de seis aulas de educación infantil, de seis aulas suplementarias de educación primaria y una escuela de música, complementada con la nueva sala polivalente con aforo para 300 personas.

Los nuevos volúmenes debían estar retranqueados para someterse a la normativa urbanística, además de ocupar el mínimo espacio natural de la parcela y no extenderse a las cotas altas del solar. Estos requerimientos y la voluntad de reducir el impacto global de la intervención convirtieron el proyecto en una operación de vaciado y de encaje de las nuevas piezas, así como de aprovechamiento de sus cubiertas, de modo que el espacio sustraído a la parcela se devolviera creando espacios de juego que permitieran separar a los niños por edades.

La escuela tenía un espacio natural de recepción exterior con tres pinos, que se ha conservado y potenciado. Al norte de este patio y sustituyendo la primera terraza sobre la que se sitúa la escuela, una nueva zona de control y recepción semienterrada permite conectar con el ascensor del edificio antiguo desde el nivel de calle. Al este se inserta una sala polivalente cuya cubierta sirve como pista de baloncesto. Por último, el patio de acceso limita al oeste con una grada-escalinata, cuya ubicación en el eje de la sala polivalente, junto con la posibilidad de abrir la gran puerta corredera de ésta, contribuye a crear una suerte de ágora bajo los pinos, un lugar de reunión y de carácter mutable.

El resto de volúmenes se colocan al oeste, restituyendo el perfil de la montaña excavada, retranqueándose y escalonándose, creando terrazas de juego y conectándose a la escuela antigua para facilitar su evacuación. Las aulas infantiles se ubican en planta baja y las de primaria en planta primera, creando un zócalo caracterizado por la utilización de una celosía de madera de pino. Sobre este zócalo se coloca la escuela de música, en plantas segunda y tercera, un volumen dislocado de dos plantas recubierto de zinc antracita. Las nuevas cubiertas están acabadas en color verde, conectando así de manera longitudinal y con gran fluidez todos los espacios. Por su parte, la cara sur de las plantas baja y primera se protegen del sol directo mediante voladizos o mediante la celosía de madera.