Escuela hogar, Morella

Carme Pinós  Enric Miralles 


Lo singular y escarpado del emplazamiento sugirió seguir el trazado de las curvas de nivel en la disposición de las tres partes del conjunto, vinculadas entre sí por un equilibrado sistema de espacios exteriores con rampas, muretes y plazoletas. Dos pastillas estrechas albergan las aulas, mientras que el cuerpo de dormitorios, con piezas trapezoidales hiladas por un pasillo quebrado, desciende en zigzag por la pendiente. El punto de convergencia es la sala multiuso con el bar, que incorpora los vestíbulos. A través de la fragmentación y el escalonamiento de los volúmenes cobra especial importancia, por una parte, el sistema de cubiertas, que son aquí cuarta fachada del edificio y lugares de estancia o acceso; y por otra, se consiguen espacios interiores luminosos y abiertos, donde se tiene la sensación de estar suspendido en el paisaje.