Edificio Suva, Basilea
Herzog & de Meuron 

Edificio Suva, Basilea

Herzog & de Meuron 


Al sentar las bases para la ampliación de su sede en Basilea, la compañía aseguradora Suva dejó en manos de los arquitectos la decisión de conservar el edificio existente, que cierra parcialmente la esquina de una manzana cerrada, o de demolerlo para levantar un complejo enteramente de nueva planta. La construcción que había albergado hasta ahora las dependencias corporativas se conservaba en buen estado, por lo que se optó por conservar este bloque de los años cincuenta. Tras tantear diversas soluciones para cerrar la manzana —que iban desde una fachada sucesivamente ­retranqueada hasta un cuerpo exento ortogonal al existente— se decidió ocupar por completo la esquina oblicua, fundiendo lo nuevo y lo viejo tras una envolvente de vidrio.

El muro cortina propuesto no sólo mejora el comportamiento térmico y acústico de las antiguas ventanas, es además un plano de experimentación con las propiedades ópticas de distintas clases de vidrio. La superficie de fachada se divide en bandas horizontales que responden a las líneas impuestas por los huecos existentes, asumiendo distintas funciones. La franja correspondiente al plano visual es transparente y sus batientes pueden ser accionados individualmente. Evocando el bajorrelieve que aparecía cincelado en la fachada primitiva, el logotipo de la empresa aparece como serigrafía invadiendo por completo la zona de antepechos. El tercio superior de cada planta se oculta tras unos parasoles de prismas de vidrio que filtran los rayos UVA y evitan el sobrecalentamiento del edificio.

Tras esta piel a la que se confía una presencia urbana serena y unitaria, se esconde una drástica reforma de la distribución del programa. La entrada, anteriormente situada en el testero, se desplaza a uno de los laterales y establece una relación entre la calle y el patio a través de un vestíbulo de doble altura. El espacio de oficinas cede las últimas tres plantas y el ático del cuerpo de la ampliación a viviendas que manifiestan su condición doméstica con los parapetos y persianas de madera que cierran sus balcones. Como en ocasiones anteriores, el proyecto incorpora colaboraciones de otras disciplinas; dos estanques del paisajista Dieter Kienast introducen reflejos verdes junto a la entrada, mientras una fotografía de Thomas Ruff y dos paneles de Adrian Schiess participan del vestíbulo como parte de su arquitectura. El cuadro de Brueghel el Viejo La caída de Ícaro se reproduce en fragmentos para recrear desde las paredes del café el motivo presente en el antiguo bajorrelieve de la empresa.[+][+]


Cliente Client
Schweizerische Unfallversicherungsgesellschaft Luzern 

Arquitectos ArchitectsJ
acques Herzog, Pierre de Meuron, Harry Gugger

Colaboradores Collaborators
K. Lazzarini, D. Gysin, S. Häusrmann, U. Kaspar, A. Peissard, C. Schlemmer, M. Erbsland, R. Plangger, S. Marbach, A. Adamczyk, P. Guignard, R. Hösl, P. Kaufmann, C. Steiger

Consultores Consultants
Stöckli, Kienast & Koeppel (paisajismo landscape)

Fotos Photos
Ruedi Walti