Situada en un extremo del conglomerado comercial, residencial y deportivo de St. Jakob Park, desarrollado en torno al estadio del equipo de fútbol local —y de cuyo diseño es en parte responsable el estudio Herzog & de Meuron—, la torre St. Jakob da la bienvenida a aquellos que se acercan a Basilea en tren o desde la autopista. Es, precisamente, esta condición de ‘puerta de entrada’ a la ciudad la que da sentido a su vocación de hito vertical, al que se contrapone la pieza horizontal y topográfica con el concesionario de Mercedes-Benz en el lado sur, y que completa la actuación. Así, el edificio del concesionario se encaja con precisión entre el basamento del St. Jakob Park y la ribera del cercano río Birs. Diseñado como una estructura abierta y transparente, sus forjados forman una superficie continua de tres niveles unidos mediante rampas, lo que también tiene un eco en la cubierta plegada del edificio. Entre la torre y el concesionario se ubica una plataforma elevada 6,10 metros con respecto al nivel perimetral del estadio, concebida como un espacio de circulación y de encuentro, un lugar para ver y ser visto donde también podrán desarrollarse futuros eventos al aire libre. Ubicada en el frente este del complejo, en dirección a la localidad cercana de Muttenz, la plataforma es un espacio público moldeado como una topografía artificial que facilita el acceso a las instalaciones deportivas y que suaviza la transición entre la zona urbanizada y la revitalizada ribera del Birs. La torre, por su parte, debe su forma a condicionantes ligados a su ubicación, su programa interno, los ejes visuales predominantes y las sombras que proyecta. Los apartamentos residenciales ocupan fundamentalmente la fachada sur y las plantas superiores, mientras que los espacios del lado norte se reservan para el sector servicios. En conjunto, la torre de 17 plantas puede leerse como un volumen cristalino rasgado por las líneas horizontales que marcan la presencia de las terrazas de los apartamentos. Sin embargo, tras la línea estricta formada por los antepechos de las terrazas, las viviendas presentan una fachada de vidrio de geometría quebrada, generando entrantes y salientes en planta que enriquecen y dirigen las vistas. La fachada norte y más cercana a las vías del tren y a la autopista se ha concebido, por el contrario, como una superficie continua por motivos acústicos. Constructivamente, la torre contiene un núcleo estructural y de servicios en el centro de su planta, así como pilares inclinados de acero alrededor de su perímetro. Una secuencia de forjados de hormigón armado completa la estructura del proyecto.