A las afueras de Zúrich, en el barrio industrial de Escher-Wyss, se encuentra el antiguo almacén, desde hace tiempo abandonado, de una fábrica textil. La intervención llevada a cabo transforma este almacén en un local de ensayo para el teatro de la ópera de la ciudad al tiempo que levanta una torre residencial de nueva planta, de 60 metros de altura, que se adhiere a la nave preexistente.

La fachada original no sólo se mantiene, sino que se amplía siguiendo su propia lógica formal y se modifica cegando los arcos, antes ventanas, con ladrillo gris. La torre de viviendas, que se fusiona con el edificio de la fábrica textil, cuenta con cincuenta apartamentos y se inclina en uno de sus costados para generar una serie de balcones escalonados desde los que se pueden admirar el centro de la ciudad y unas espectaculares vistas del lago de Zúrich. Los apartamentos, por su parte, se configuran de manera modular y se apilan unos sobre otros; y es precisamente de este apilamiento de lo que surge el perfil en forma de tronco piramidal de la nueva torre. De este modo, los elementos más característicos del antiguo uso industrial del conjunto —la nave del almacén y los arcos de su fachada— se conservan y se potencian, mientras que el nuevo volumen —la torre residencial— se entrelaza con el pasado reciente del barrio...[+][+]