Este conjunto de viviendas en el corazón de Zúrich reemplaza un asentamiento de la década de 1940 y se plantea como una alternativa al tipo convencional de bloques aislados que no generan trama urbana, en contraste con su entorno más inmediato. En consecuencia, el programa doméstico se compacta en una secuencia de once edificaciones alineadas con las calles para producir una imagen exterior continua, sin que ello suponga renunciar a la apertura espacial y a la riqueza de orientaciones. Este punto de partida permite colocar los volúmenes con libertad en el amplio solar, dando lugar a un parque serpenteante colonizado por una abundante vegetación y una red de paseos peatonales. La relación con el exterior ajardinado se potencia a través del tipo de vivienda y los materiales utilizados. En cuanto al tipo, los apartamentos se abren a una generosa terraza que puede funcionar, al mismo tiempo, como un invernadero solar en invierno y como un espacio fresco exterior en verano gracias a su sistema de contraventanas correderas de lamas. En cuanto a los materiales y construcción, se ha recurrido a una fachada ventilada de paneles de abeto finlandés tratado, capaz de sugerir una calidez que resuena con la condición verde del enclave y cuyo aspecto evolucionará a lo largo de los años.