Se propone dividir el campus del Prado en dos ámbitos: el correspondiente al Edificio Villanueva y al claustro de los Jerónimos, por un lado; y el del Casón del Buen Retiro y el antiguo Salón de Reinos, por el otro. Para conectar los dos edificios que conforman este último ambito, se crea un acceso en rampa desde la actual calle Felipe iv, aprovechando la pendiente favorable; un acceso independiente que permite mantener prácticamente intacta la volumetría del edificio preexistente —salvo la cubierta— y que hace innecesario, por otro lado, modificar los antiguos accesos al edificio.

Tanto las circulaciones verticales resueltas mediante una sucesión de tramos de escalera mecánica como los accesos a las diferentes salas se disponen en un atrio vertical situado en el ala Sur, que en su última planta da servicio a una nueva sala expositiva. Al extenderse en vertical desbordando la cota de cornisa del viejo edificio, el atrio no queda oculto del todo tras la fachada histórica, sino que manifiesta al exterior una parte de su volumen. El resultado es que la fachada meridional aparece como la superposición de dos estratos dotados de un carácter muy distinto: el zócalo preexistente, con sus pilastras, jambas y guardapolvos historicistas, y una galería apoyada en él y resuelta con perfiles metálicos dorados...[+]