Estudio para el pintor Eduardo Arranz-Bravo, Barcelona

Garcés - de Seta - Bonet | arquitectes 

En Vallvidrera, un barrio periférico de Sarriá-San Gervasio, uno de los diez distritos en que se divide la ciudad de Barcelona, se sitúa el taller del pintor Eduardo Arranz-Bravo, obra de la firma catalana de Jordi Garcés, Daria De Seta y Anna Bonet. Rodeado por la abundante vegetación de la montaña del Tibidabo, el volumen compacto distribuye una superficie total de 167 metros cuadrados en dos niveles. La planta baja, de 3,5 metros de altura, alberga el almacén y el taller escultura, abierto al exterior a través de una gran fisura acristalada. La primera planta, de cinco metros de altura, está destinada al estudio de pintura, iluminado sólo por la claraboya en el punto donde cuatro planos inclinados de forma irregular se encuentran en la cubierta. Integrada en la pendiente del terreno, la construcción se concibe como un monolito revestido al exterior con estuco claro y desnudo en el interior, dejando el hormigón visto. Garcés - De Seta - Bonet Adrià Goula