Cementerio de Reim, Múnich
Andreas Meck  Stephan Köppel 


Situado en una planicie al este de Múnich, el nuevo complejo funerario debía albergar un tanatorio y otro cementerio más para las distintas confesiones religiosas que se profesan en Alemania. A falta de un tejido urbano consolidado en este lugar —junto al antiguo aeropuerto y donde van a ubicarse las instalaciones del recinto ferial de la ciudad— y sin los parámetros culturales de una determinada fe, el nuevo edificio consigue imprimir el carácter que el espacio requiere gracias a una arquitectura de líneas puras y materiales sin tratar.

Justo enfrente del antiguo cementerio, del que toma la dirección de sus ejes, el tanatorio ha sido concebido como un lugar de tránsito. Tres patios articulan el ámbito encerrado por un tosco muro de piedra. El central, al que se accede por una puerta de acero oxidado, constituye la entrada al tanatorio, las capillas privadas y los dos cementerios. Todos los materiales —roble, acero cortén, hormigón y piedra— son sólidos y se emplean en su estado más natural; la madera no se trabaja, el hormigón muestra las marcas del encofrado y la piedra no se ha pulido: el paso del tiempo en ellos simboliza el ciclo de la vida. Desde el patio central se accede a la capilla, cuya presencia destaca en el conjunto gracias a una caja de madera de roble que se eleva sobre el muro de piedra. El espacio interior se ilumina de manera indirecta: la luz reflejada en el pasillo de agua lateral baña el muro frontal, mientras que un lucernario deja pasar la luz a través de la caja de madera. La imposibilidad de observar el exterior ayuda a crear un ambiente introvertido, sagrado y místico. En los dos extremos del edificio, sendos patios de acceso restringido terminan de articular el interior. Uno de ellos recibe la llegada de los vehículos funerarios, mientras que el otro se construye como un gran jardín para las habitaciones privadas de los sacerdotes y del personal del tanatorio. En el exterior, la torre del campanario ofrece un contrapunto al conjunto de muros y líneas horizontales que componen el edificio.

La cubierta de hormigón del recinto se prolonga sobre el patio central, cubriendo la entrada. El paso puntual por debajo de este gran dintel, dejando a un lado la campana de acero y caminando sobre el suelo de grava y piedra, recrea la ceremonia del tránsito: despierta la sensación de cruce de un umbral como acto de preparación para acceder al parque de tumbas. Una vez en él, la vista se pierde en el paisaje artificial: una vereda angulosa de mortero guía a través de las sepulturas, que emergen como islas en la cuidada extensión de césped, entre puntos de agua y árboles de distintas especies...[+]


Cliente Client
München Rathaus

Arquitectos Architects
Andreas Meck, Stephan Köppel 

Colaboradores Collaborators
Werner Schad (jefe de proyecto project leader); Peter Fretschner, Susanne Frank,  Evi Kreb, Alfred Flossmann

Consultor Consultant
Ingeniurbüro VBI (estructura structure

Contratista Contractor
MRG Massnahmenträger München-Riem

Fotos Photos
Michael Heinrich