Cementerio, Fürstenwald
Kienast Vogt 


Lejos de pretender erigir un monumento a la memoria de los muertos, el cementerio de Fürstenwald aspira a ser un lugar en el que las personas cierren su ciclo vital retornando a la naturaleza, y donde los allegados al difunto aprendan a asumir su pérdida. Situado en los aledaños de la ciudad de Chur, el cementerio ocupa un privilegiado paraje que mira al valle del alto Rin y a las cumbres de los Alpes, haciendo de su posición a media ladera el punto de partida para ofrecer un lugar de contemplación que entiende el paisaje como una fuente de sosiego para los que buscan consuelo.

Para disminuir el desnivel existente y hacer transitable la loma de partida, un muro de contención dibuja en quiebros sucesivos el borde del cementerio hacia el valle, separando el recinto sagrado de las praderas que lo rodean. La cancela de entrada, la capilla, el tanatorio y un mirador se adosan al muro, reforzando su papel de espina dorsal del conjunto. El cementerio se propone así como un proceso de inmersión en la naturaleza, a partir de un itinerario que comienza en la misma parada del autobús con un seto que dirige a los visitantes hasta la entrada. La cancela de hormigón que señala el acceso —realizada con un encofrado recubierto de espículas de pino— anuncia la contraposición del caos natural al orden construido que hila todos los episodios del camposanto. Desde la puerta se adivina la plaza de acogida formada por la capilla y el tanatorio alrededor de cuatro tilos. Un segundo muro retiene el terreno en la zona alta del cementerio, definiendo el límite del recinto hacia el bosque con una estructura de nichos para urnas funerarias. La retícula de las placas que cierran los huecos de urnas alterna con los paños del muro en los que piezas con forma de troncos aparecen embebidas en la textura irregular del sillarejo de piedra.

Pero es la vegetación la verdadera responsable de la articulación espacial del camposanto. A la ordenación básica de las líneas de tumbas que siguen las curvas de la topografía se superponen una serie de hileras de árboles en la dirección de la pendiente que con el tiempo acabarán por fundir el cementerio con el bosque vecino. Algunos lilos aportan con su floración blanca o morada un toque discreto de color. Con el fin de diferenciar los campos de tumbas, una sucesión de setos de aligustre, haya y tilo subrayan la geometría ondulante del terreno. Este mismo trazado sigue la terraza habilitada sobre el límite inferior del cementerio, que culmina en el mirador bajo una pérgola de hormigón resumiendo las intenciones del proyecto como lugar donde meditar mientras se contempla la naturaleza...[+]


Cliente Client
Stadtgemeinde Chur 

Arquitectos Architects
Dieter Kienast, Christian Vogt (paisajistas landscape architects

Colaboradores Collaborators 
U. Zunsli, F. Eberhard (arquitectos architects)

Fotos Photos
Christian Vogt