Uno de los aspectos más visibles de la adhesión de Portugal a la Unión Europea ha sido el ascenso de una clase media profesional orientada al sector servicios que ha tenido un impacto inmediato en el paisaje: el aumento de la demanda de una segunda vivienda. Este factor, junto a la mejora de la movilidad propiciada por las nuevas autopistas, ha generado una gran presión sobre las tierras agrícolas de las periferias de Lisboa y Oporto. En primer término, esa presión se ejerció sobre las zonas del turismo aristocrático de los años cuarenta, como Sintra y Estoril en los aledaños de Lisboa, o Granga y Moledo en los de Oporto; pero en poco más de veinte años este desarrollo se ha convertido en un crecimiento disperso continuo. El resultado es la práctica inexistencia de paisaje agrario en un radio de 50 kilómetros alrededor de Lisboa y Oporto.

Es en este contexto en el que se plantea el diseño de un conjunto residencial en un emplazamiento adyacente al pueblo de Oleiros, en la cercanía de la población histórica de Azeitão. A pesar de algunas actuaciones abusivas, el hecho de que esta región esté integrada en un parque natural con una normativa específica ha evitado la urbanización indiscriminada. Aún así, a causa de que los ayuntamientos están financiados en gran parte por impuestos derivados de la urbanización, la edificabilidad permitida era claramente excesiva.

Con estas condiciones, se escogió construir menos y de forma concentrada, evitando así aumentar la fragmentación del paisaje. Las 17 casas en hilera se construyen en torno a un patio interior, en la máxima proximidad posible del pintoresco centro de Oleiros. Vistas desde lejos, evocan las granjas comunales y los silos de grano encalados de la región. El complemento a esta arquitectura blanca es el patio interior delimitado por las viviendas, que forman un conjunto en forma de U. Se crea así una especie de claustro íntimo, rodeado por un pórtico de hormigón visto, que física y visualmente ata todo el conjunto conviertiendo el patio en un gran espacio semipúblico. El acceso a las casas se produce desde una galería del pórtico. Para evitar la excesiva presencia de un tercer nivel en el pequeño pueblo de Oleiros, y para construir espacios interiores intensos, se utilizó un sistema de medios niveles basado en el modelo Raumplan de Adolf Loos. Así, los dormitorios y los baños se colocan en los niveles superiores; el comedor y la cocina en la primera mitad del nivel medio, mientras la sala de estar se sitúa en el nivel inferior, pero accesible desde la cocina; estando ésta última conectada directamente a los patios traseros... [+]