Bloque de viviendas en Arturo Soria, Madrid
Francisco Burgos  Ginés Garrido  Alberto Pieltain 


En un solar en esquina situado en la Ciudad Lineal y ocupado por un caserón de los años veinte, los propietarios decidieron levantar un nuevo edificio. Tras asignar una parte del terreno a la antigua casa se plantea un bloque de vivienda colectiva que intenta conservar algunas de las cualidades propias de los hoteles que en otro tiempo flanquearon la avenida de Arturo Soria. De esta manera, se sitúan dos viviendas en planta baja a las que se dota de un jardín particular, evitando en parte el vacío oscuro de los soportales desordenados habituales en la zona. El escalonamiento del volumen edificado que provoca la fuerte pendiente del terreno arroja sombras sobre el caserón existente y ofrece a las viviendas de la última planta una generosa terraza. La relación con el exterior se busca en los pisos intermedios construyendo los miradores con los que la normativa permite aumentar la superficie habitable.

El deseo de unificar en un paralelepípedo claro la volumetría resultante de una planta marcada por los salientes de los miradores, lleva a definir una piel superpuesta de acero y paneles correderos de madera. La superficie tersa de enfoscado blanco y paños de vidrio situada detrás de ella adquiere así un aspecto ligero y cambiante. Los volúmenes rectos, las barandillas de tubo de acero y las lamas blancas que protegen las azoteas de las miradas ajenas dialogan con la geometría prismática del Hospital de la Marina situado enfrente. La división en doce apartamentos se ha optimizado mediante el uso de una estructura de acero tan esbelta que queda embutida en las paredes. En el porche y el garaje, los pilares son de hormigón.

El acceso peatonal desde la calle se presenta sin escalones hasta el ascensor. La entrada de coches permite dejar a los viajeros en el portal antes de bajar al sótano. La rampa de bajada queda detrás de la antigua tapia, una construcción original de la Compañía Urbanizadora de la Ciudad Lineal. De piedra y mortero pobre, simplemente se ha suplementado con una tenue valla de mallazo metálico por la que deben volver a trepar la hiedra y la viña virgen. En el extremo suroeste del solar, al fondo de la parcela, se ha construido la piscina sobre una plataforma elevada para huir de la sombra y permitir a la vez un mayor aprovechamiento del jardín durante todo el año. A pesar del aumento del tráfico y de la superficie edificada sufrido por toda la zona, esta actuación sigue ofreciendo el contacto con el sol y la naturaleza que inspiró al promotor de la urbanización a principios de siglo. El sueño de un hábitat saludable se asoma al umbral del siglo XXI...[+]


Cliente Client
Compañía Azul de Negocios

Arquitectos Architects
Francisco Burgos, Justo Isasi, Alberto Pieltain

Colaboradores Collaborators
Agustín Martín, Emilio Carrasco, Paloma Campo, Juan Queipo de Llano (estudiantes students); Alejandro Gordillo, Mariano Caballero (aparejadores quantity surveyors

Consultores Consultants
Juan Carlos Salvá (estructuras structure)

Contratista Contractor
Rosicler

Fotos Photos
Eduardo Sánchez y Ángel Luis Baltanás; Francisco Burgos