El concurso, convocado por el Ayuntamiento de Leipzig y por la propiedad del solar, tenía por objeto la creación de un conjunto residencial que diera respuesta a la demanda local de viviendas para jóvenes. La propuesta ganadora responde a las necesidades específicas y al tiempo cambiantes de este segmento de la población apoyándose en formas rotundas y austeras, así como en el empleo de materiales prefabricados, con los que confiere a su entorno una imagen renovada.

Las 26 viviendas se agrupan en torno a seis volúmenes principales que, junto con un anillo perimetral de aparcamientos cubiertos, definen las líneas del solar. Hacia el interior de la manzana, una segunda construcción —formada por una hilera de almacenes acabados en madera roja— se interpone entre las viviendas y los aparcamientos para establecer un recinto doméstico común. El trasiego de la calle se diluye en la quietud de este patio semiprivado a través de los espacios entre bloques, donde los residentes encuentran un ámbito más de relación definido por tres cajas de vidrio translúcido que encierran las comunicaciones verticales, así como por otras tantas pasarelas aéreas de hormigón que unen los volúmenes de dos en dos. El dinamismo que aportan estos elementos se prolonga en las partes altas del conjunto por medio de retranqueos en la última altura, a través de los que se generan amplias terrazas y tres áticos que reducen la escala de los bloques y los tensionan hacia el exterior.

La elección de materiales industriales —vidrio, placas de fibrocemento y elementos de hormigón prefabricado— ha sido deliberada, en pos de una mayor flexibilidad. Con una orientación fija norte-sur —este-oeste en la pieza sobre la calle Biedermann—, el interior de cada vivienda queda definido por los usuarios, que establecen según su voluntad la ubicación de paredes y cocina. Los huecos alcanzan toda la dimensión del cerramiento entre forjados, y se cubren con persianas de lamas móviles de madera. Son los cambios de luz a lo largo del día los que matizan la austeridad de los cubos. Cajas revestidas por listones horizontales de madera roja encierran los portales, reforzando hacia la calle el ritmo que la repetición de los bloques provoca.

Sumándose al diseño flexible del espacio y al sistema constructivo de bajo coste, se han empleado métodos de ahorro energético en el diseño de las instalaciones: paneles solares abastecen de agua caliente a las viviendas y el agua de lluvia se reutiliza para la descarga en los servicios y para regar el jardín. La propuesta se vincula así al tejido urbano contagiando su concepción sencilla y actual...[+]