Un bosque de metal: Stansted, la levedad del ser
El aeropuerto de Stansted (1981-1991) toma de Renault el bosque modular de mástiles y de Hong Kong los haces de cuatro pilares cilíndricos de acero; pero el abanico de cables del centro de distribución es aquí un nudo de tensores que sostiene la estructura ramificada de las cúpulas, y la pulsión vertical de los soportes del rascacielos se transforma aquí en un armazón compacto que se abre en los amplios árboles estructurales de la cubierta leve y luminosa. Sobre una malla de 36x36 metros, los módulos desarrollan el primitivo concepto del umbrella building, coordinando estructura e instalaciones bajo una sola cubierta; las bases de los árboles de acero albergan unidades estandarizadas de señalización y servicios, y la pesada maquinaria del aire acondicionado se retira de su posición habitual en el techo, situándola bajo la losa del forjado y haciendo posible la iluminación natural cenital. Desdibujando con sensibilidad su perfil en el paisaje, el edificio ofrece un tránsito fácil desde el coche o el tren hasta el avión, a través de un interior blanco, gris y plata que estableció un nuevo modelo de aeropuerto, y cuyas innovaciones decisivas alteraron este tipo edificatorio tan radicalmente como las fértiles herejías de Hong Kong habían transformado la evolución del rascacielos...[+]