Hacia el milenio: los proyectos de Londres
Antes de 1996, la presencia simbólica de Foster en Londres había sido limitada: una grieta luminosa en la Royal Academy y un trabajo de desbroce en el British Museum. El resto de las obras eran casi todas oficinas de calidad diversa: desde la elegancia lacónica de su propio estudio, la sede de ITN o los laboratorios del Imperial College, pasando por los proyectos convencionales para 1 London Wall, Tower Place y Holborn Place, para terminar con el mediocre Canary Wharf’s DS-2. Pero en ese año el despacho ganó cuatro concursos en el corazón de Londres: World Squares, la remodelación del centro de la ciudad, incluyendo Trafalgar Square; el puente del Milenio, una pasarela sobre el Támesis entre San Pablo y la nueva Tate Gallery; la reforma del estadio de Wembley; y una torre en el emplazamiento en la City de Baltic Exchange, destruido por el IRA, y para la que se prepararon dos versiones: una con planta en media luna y remate bifurcado en 1996, y un pepino futurista de menor altura en 1999. El mismo lenguaje visionario se usó en la sede del nuevo ayuntamiento de Londres, diseñado en 1999 como una burbuja de vidrio aplastada. Garantizado el éxito de las plazas y el puente silenciosos, la fortuna futura de Foster se encomienda a la apuesta locuaz del pepino y la burbuja...[+]