¿Qué hace al CaixaForum tan diferente, tan atractivo?
Flota y tiene un muro vegetal. Si se pregunta a un visitante casual por las razones del éxito del edificio, ésta es la respuesta que cabe esperar. Si se pregunta a un crítico, el argumento probablemente incluirá el paisaje plegado de la plaza, el espacio escultórico de la escalera principal o la celosía de hierro colado de la coronación. Ambos tienen razón, y ambos de forma paradójica. Algunos de estos rasgos son el resultado de un proceso complejo, a menudo fuera del control de los arquitectos, y otros son reinterpretaciones de hallazgos de proyectos anteriores. Además, el edificio está espolvoreado de pequeñas deficiencias evitables o inevitables: desde la sección solemne del auditorio subterráneo hasta las galerías de exposición herméticas y genéricas o los bajos techos del restaurante de la última planta; la circulación artificiosa que exige subir una planta y bajar dos para llegar al auditorio; sin hablar ya de las fuentes esquemáticas, las innecesarias barandillas de plaza y escalera principal, o las descuidadas soldaduras de las planchas de acero. Y teniendo todo en cuenta, el edificio es un éxito sin paliativos, para las multitudes que lo llenan cada día o para la comunidad profesional, que ha transformado sus reticencias iniciales en apoyo unánime...[+]