Permanencia y cambio: el British Museum y el Prado
La experiencia adquirida en las Sackler Galleries y el Reichstag pudo usarse en museos enfrentados al problema del crecimiento en edificios y entornos históricos. De hecho, la remodelación del British Museum londinense (vencedora en un concurso de 1994) y la ampliación del Museo del Prado madrileño (retirada del concurso de 1996) suscitan dilemas patrimoniales y urbanos más complejos que el muy elemental cuerpo añadido al edificio Art Déco del Museo de Arte Joslyn en Omaha, ganado en concurso en 1992 y expeditivamente rematado dos años después. En el caso del British Museum de Smirke, la recuperación del patio central (hasta ahora ocupado por la British Library) se hizo posible por el traslado de la biblioteca a su nueva sede en St. Pancras; Foster ha colocado una cubierta de vidrio entre las fachadas del patio y la sala circular de lectura, ahora adaptada a usos diferentes que también se extienden a una entreplanta en media luna. En el caso del Prado de Villanueva, la ampliación se proponía con un podio iluminado cenitalmente y en parte subterráneo que hacía un uso inteligente de la topografía, mostrando cómo podría crecer el museo sin afectar a sus vecinos, y así violando paradójicamente las normas del concurso, lo que lamentablemente provocó la retirada de Foster...[+]