Las revistas hermanas AV y Arquitectura Viva (nacidas respectivamente en 1985 y 1988) se publicitaron reiteradamente con un óleo sobre tabla pintado alrededor de 1594 por un autor anónimo perteneciente a la Segunda Escuela de Fontainebleau, que representa a Gabrielle d’Estrées y a su hermana la duquesa de Villars en el baño. La obra se conserva en el Museo del Louvre, y el gesto de pellizcar el pezón se atribuye a la próxima maternidad de Gabrielle, embarazada con un hijo natural del rey Enrique IV.
Cuando en 2004 las revistas hermanas llegaron a una edad fértil tuvieron la fortuna de dejar descendencia en la forma de una tercera cabecera, AV Proyectos, que apareció entonces como un infante vulnerable en una etapa de convulsiones políticas, dinamismo económico y efervescencia cultural, expresada esta en el terreno de la arquitectura española por la floración de obras singulares que se expondrían bajo el título ‘On-Site’ en el neoyorquino MoMA en 2006.
Transcurridas dos décadas, esa revista —orientada hacia los proyectos y los estudiantes— ha recorrido el paisaje de crisis abierto en 2008 por la quiebra de Lehman Brothers, por el desafecto político que cristalizó en el 15-M, y por la incertidumbre planetaria asociada a la aceleración del cambio climático, la pandemia vírica y la guerra de Ucrania para llegar en 2024 a una joven madurez, que quiere ahora expresarse con un mejor diseño editorial y con un renovado enfoque estético e intelectual que la aproxime críticamente al ámbito profesional.
El primer año de una nueva etapa es siempre programático, y con este propósito hemos preparado una serie de temas de cubierta que combinan lo tecnológico con lo social, y lo formal con lo reflexivo, de manera que los grandes desafíos de la arquitectura se pongan en diálogo con las inquietudes que esmaltan la vida cotidiana de los estudios. Los textos analíticos y las entrevistas en profundidad se unirán a los proyectos que han formado el ADN de la revista —a menudo mediante la publicación de concursos— y a las obras significativas, algunas de las cuales seguirán apareciendo con extensos reportajes de su proceso de construcción. La dimensión cultural de la arquitectura y su vínculo con otras formas expresivas seguirán teniendo un lugar privilegiado, y procuraremos que todo ello se vierta en la página con la máxima calidad gráfica y literaria. La hija de las dos hermanas es ya adulta, y aunque registra con curiosidad las vicisitudes de su tránsito por un tiempo no siempre amable, se felicita por haber llegado hasta aquí y se dispone a abordar con humildad y ambición un futuro tan incierto para ella como para todos nosotros.
