Philip Johnson ataca de nuevo. En los años treinta introdujo la arquitectura moderna en América, deshuesándola de su incómodo radicalismo social y reduciéndola al status de estilo internacional. Cuarenta años después dio carta de naturaleza al posmodernismo con su edificio para la AT&T, el primer rascacielos con frontón chippendale, resumiendo en un gesto trivial la reflexión europea sobre la fatiga del proyecto moderno. Octogenario, pero reacio a jubilarse sin protagonizar un nuevo giro de tendencia, Johnson apadrina este verano el lanzamiento del último estilo: la arquitectura deconstructivista…[+]