Cuadragésimo año
Con este número la revista AV entra en su año cuadragésimo, y esta circunstancia sugiere hacer balance. Iniciada como Monografías de Arquitectura y Vivienda, las obras y proyectos residenciales fueron muy importantes en su primera etapa, pero perdieron presencia a medida que la promoción pública de viviendas se contraía, y la preocupación actual por las dificultades de acceso a alojamientos asequibles sugiere prestar a este tema una atención renovada. Los Anuarios, de los que ya se han publicado treinta volúmenes, han tenido siempre una sección dedicada a la vivienda, pero en comparación no han prestado apenas atención a lo que ocurre fuera de España, algo que a partir de ahora procuraremos remediar de dos formas: con un Portfolio anual que seleccione los doce mejores edificios internacionales y añada doce artículos que mes a mes cubran los grandes asuntos del mundo; y con una sección en el Anuario que recoja la obra de oficinas españolas fuera del país. El primer Portfolio fue el número anterior a éste, y la primera sección de obras internacionales españolas abre las seis que forman esta monografía, que ha podido incrementar el espacio dedicado a los veinticuatro proyectos habituales al reducir a su mínima expresión la introducción temática y al anejo arquitectónico ahora publicados in extenso en el Portfolio independiente.
En otro orden de cosas, seguiremos editando monografías de arquitectos históricos y contemporáneos, continuaremos preparando el número de Casas que viene apareciendo en los últimos años, y procuraremos ocasionalmente publicar otros singulares como ‘Memorias de maestros’ o ‘Cuatro ciudades’, con una voluntad documental que seguirá dejando el protagonismo de la actualidad a Arquitectura Viva. Con esta revista, lo mismo que con AV Proyectos, habrá algunos solapes —es el caso de la Galería de las Colecciones Reales, a la que se dedicó un número de Arquitectura Viva, pero que no podía excluirse de este resumen anual—, pero nos esforzaremos en que sean solo los inevitables. La complementariedad entre las revistas ayuda sin embargo en algunos casos, porque obras importantes que no han podido registrarse como actualidad se recogen en un número de síntesis: un buen ejemplo es la Biblioteca de Israel, cuyo concurso organicé en su día, pero que al coincidir su culminación con la guerra de Gaza no pudo incluirse en el número de Arquitectura Viva que comentaba el conflicto, pero sí en el posterior Portfolio de AV. En nuestro año cuadragésimo volveremos sin duda a tropezar con dificultades, y confiamos en que la generosidad de los lectores sepa disculpar nuestras insuficiencias.