Con ojos de niño
La pedagogía del espacio desde otra perspectiva
Actualmente nadie duda de que el periodo más importante de la vida de cualquier hombre o mujer son sus primeros días, sus primeros meses y sus primeros años. Antes de entrar en un aula escolar a los seis años, el niño ha desarrollado la mayor parte de su potencial. Si el proceso ha sido satisfactorio, sobre esa base se podrán apoyar todas las sucesivas propuestas educativas, cognitivas y sociales. Si no lo ha sido, ni la familia, ni la escuela, ni la sociedad podrán hacer mucho más.
La primera infancia debe ser objeto de la mayor atención por parte de la política y de las administraciones públicas, ya que todos los recursos que se dedican a los pequeños ciudadanos de estas edades serán de las inversiones más ventajosas desde el punto de vista económico. En mi opinión, los sectores que merecen mayor generosidad por parte de los políticos deben ser el apoyo a la lactancia materna, al juego y a la escuela infantil. Por todo ello, es evidente que en un periodo de tal importancia resulta ridículo pensar que la escuela infantil sea de ningún modo una preparación para la escuela primaria y que su enfoque deba limitarse a habituar a los niños a las necesidades del siguiente nivel (permanecer largo rato sentados en silencio, escuchar todos a una sola persona, o repetir todos las mismas tareas) y predisponerles para los importantes aprendizajes que establece la primaria, principalmente la escritura y el cálculo... [+]