En el barrio histórico de Liberties, en el suroeste del núcleo central de Dublín, el proyecto Timberyard repara la fractura en la trama urbana causada por la apertura del nuevo corredor Cork Street. El edificio de viviendas sociales cierra el frente hacia la nueva calle, articulando la transición entre las casas de una o dos alturas existentes y los bloques de seis niveles propuestos por la normativa. Cuarenta y siete unidades se distribuyen a ambos lados de un patio triangular que se convierte en un nuevo espacio colectivo en planta baja, reactivando así las rutas peatonales tradicionales que atraviesan el tejido residencial. En oposición al bloque típico perimetral que deja el vacío central aislado, este edificio promueve la actividad social en el interior de la manzana situando los portales de acceso en el patio y relacionando visualmente las viviendas y los espacios comunitarios.

Los huecos de fachada no siguen una malla reticular sino que se sitúan en posiciones desfasadas para reflejar la complejidad de la distribución interior y enfatizar la continuidad de la superficie de ladrillo. Además, una serie de piezas —como terrazas acristaladas, balcones retranqueados o porches protegidos por lamas de madera— aportan profundidad y diversidad a la envolvente del edificio.