Sobre una colina en pendiente en las afueras de Dublín, la casa Howth fue diseñada para mirar hacia el mar. Sus muros de hormigón se extienden como un telescopio que enmarca el paisaje del puerto y la isla Ireland’s Eye. En la dirección este-oeste la casa está flanqueada por edificios existentes por lo que sus habitaciones se abren hacia el sur, desde donde reciben la luz, y hacia el norte, que ofrece las mejores vistas. Las dimensiones de cada espacio están determinadas por las rutinas domésticas del día a día. Así, la planta baja se organiza en torno a la mesa del comedor, tomando como puntos fijos la chimenea y la cocina; mientras que en el nivel superior los dormitorios se sitúan en los extremos con el espacio central como distribuidor.

La estructura vertical se concentra en la dirección longitudinal de manera que la fluidez del espacio no se interrumpe por columnas ni paredes perpendiculares y la transparencia se mantiene a lo largo de toda la casa. Las tablillas del encofrado de los techos dejan su huella en el hormigón visto siguiendo un patrón que refleja el despiece del suelo de madera. En el perímetro de las habitaciones, el pavimento se pliega y continúa en dirección vertical para conformar particiones o barandillas sin necesidad de introducir un nuevo material.