Viviendas sociales Ermita de San Antonio, Santiago
Undurraga Devés arquitectos 

Viviendas sociales Ermita de San Antonio, Santiago

Undurraga Devés arquitectos 


El más albañil de los colores, el blanco de los muros andaluces de Rafael Alberti y las paredes de adobe encalado de algunos caseríos del valle central de Chile han inspirado este conjunto que se levanta a lo largo del río Mapocho. Se trata de un proyecto conjunto del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, el municipio de Lo Barnechea y la Fundación Cultural y Agrícola San José de la Dehesa, unidos con el propósito de erradicar los campamentos marginales establecidos junto a la ribera del río, en el extremo nororiental de Santiago. Las míseras infraviviendas periféricas, carentes de las mínimas condiciones de dignidad e higiene, constituyen uno de los mayores estigmas de la ciudad contemporánea. Tradicionalmente, las soluciones han privilegiado los aspectos cuantitativos a costa de los cualitativos. Iniciado ya el siglo XXI, la arquitectura debería dejar de considerar las aspiraciones estéticas y las necesidades sociales como elementos contrapuestos e incompatibles. La cultura y la belleza son, tanto como el acceso a una vivienda digna, un derecho de todos. Con una densidad de 350 habitantes por hectárea, esta ciudadela está formada por casas de tres pisos, con una superficie total de 60 metros cuadrados. En las esquinas de cada manzana se disponen viviendas de una sola planta con una superficie equivalente y con una distribución similar a la de las que forman el largo bloque lineal situado en paralelo al río, al sur del conjunto. La estructura de las viviendas es a base de pórticos de hormigón armado; las vigas y losas del forjado son del mismo material y la plementería de los muros medianeros es de bloque de hormigón pintado de blanco; la tabiquería interior es de volcanita (planchas de cartón-yeso), las escaleras de madera y las carpinterías metálicas. La estructura de cubierta es de correas de madera, con aislante de lana mineral y acabado en chapa de zinc hacia el exterior, y placas de yeso al interior.

En esta propuesta se ha querido recuperar la naturaleza colectiva de lo urbano, desterrando el individualismo y favoreciendo la apropiación del proyecto por parte de sus habitantes. Para revitalizar el entorno de las viviendas se ha reconsiderado el significado de la fachada como límite entre el ámbito doméstico o privado y el espacio colectivo. A partir de esta aproximación surge la poesía cotidiana de la continuidad: los vecinos, la calle, el barrio, la plaza; la vida ciudadana en suma...[+]


Obra
Viviendas sociales Ermita de San Antonio, Santiago. 

Cliente
Ministerio de la Vivienda, Municipio de Lo Barnechea, Fundación San José de la Dehesa. 

Arquitectos
Cristián Undurraga, Ana Luisa Devés. 

Colaboradores
Hernán Sánchez, Alejandro Sepúlveda, Orlando Etcheberrigaray; José Jiménez, Juan José Gatica (estructura). 

Contratista
Constructora Maya (primera fase), Constructora El Canelo (segunda fase). 

Fotos
Guy Wenborne.